*) Este artículo es una compilación de dos notas publicadas en los periódicos «El Diario» y «El Día», ambos de la ciudad de Paraná, el día 27 de junio de 1976, con motivo del fallecimiento del Dr. Raúl Lucio Uranga.
Tenía al mismo tiempo la humildad y la serena energía de su estirpe vasca. Era jefe nato, su personalidad conjugaba armoniosamente la inconfundible estampa del caudillo. Alto como Pellegrini, delgado como el Caballero de La Mancha, en su físico se nutría un espíritu superior. Espíritu el suyo permanentemente encendido en el afán de alcanzar ideales políticos y humanos, que él visualizó en las horas de su juventud triunfante, y que fue acrisolando a lo largo de su existencia hasta el último aliento de su vida.
Con Raúl L. Uranga desaparece algo más que un entrerriano eminente y un argentino ilustre. Quizá no se exagere al nombrarlo como el «último caudillo». Y pretendemos llamarlo así contra su propia voluntad. En una de las tantas charlas que mantuvimos con el doctor Raúl Lucio Uranga, expresó con verdadera humildad provinciana: «Yo soy un entrerriano más que quiere a su provincia. No pretendo ser caudillo de nadie. Cada entrerriano tiene en sus venas sangre de Caudillos».
Carrera política
Había nacido un 2 de marzo de 1906. Joven aún, su pasión por la política lo llevó a abrazar ese difícil y riesgoso camino de tribunas y mitines. Las aulas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires lo vieron pasar junto a quien – posteriormente – sería compañero y adversario en el campo político, Arturo Frondizi. Siendo todavía estudiante, fue candidato a diputado nacional por el Partido Socialista Independiente. Se enroló luego en las filas de la Unión Cívica Radical. Entre 1935 y 1939 fue concejal por esa agrupación en Paraná. Asumió por aquel entonces la presidencia del Concejo Deliberante y estuvo a cargo, en un momento, de la comuna local. En el periodo de 1939 a 1943, siendo gobernador de Entre Ríos Enrique Mihura, fue designado primer director del Departamento de Trabajo, creado en ese entonces, aunque no llegó a concluir su mandato. Fue diputado nacional durante tres periodos: 1946/1948; 1948/1952 y 1964/1966. En 1958 asumió el gobierno de la Provincia de Enter Ríos.
No intentaremos en esta nota necrológica examinar pormenorizadamente la gestión que el doctor Uranga cumplió como Gobernador de Entre Ríos, pero sí, en rápida síntesis, diremos que mantuvo en su administración la vigencia rigurosa de severos principios éticos y morales. Fue austero y honrado él como Gobernador e impuso normas de austeridad y honradez a sus ministros y funcionarios, hasta los niveles inferiores del Estado. Los buenos ejemplos – decía – deben darse siempre, pero son más edificantes todavía cuando se imparten desde los altos estamentos de la función pública. Jerarquizó la docencia, propició la sanción de leyes que echara las bases para la industrialización y el desarrollo de Entre Ríos, cumplió e hizo cumplir la Constitución y las normas jurídicas pertinentes. «Sacó a Entre Ríos del Barro», otra de sus expresiones para significar la red caminera que durante su gobierno se asfaltó. A su empeño se debe la pavimentación de 600 kilómetros de caminos de la red provincial y el enripiado de otros 400 kilómetros, la constitución de la Corporación Entrerriana del Citrus y la puesta en marcha de la planta elaboradora Las Tejas, la compra y el pago de la maquinaria destinada al Ingenio de Azúcar de Remolacha de Victoria. Finalmente, a su inspiración visionaria se debe la obra del Túnel Subfluvial «Hernandarias» (NdR: Hoy llamado «Uranga-Sylvestre Bengis»).
Dentro de las filas de la UCR fue activo partícipe de la intransigencia y, cuando se produjo la ruptura en ese nucleamiento, siguió la postura de Arturo Frondizi, actuando en puestos clave de la Unión Cívica Radical Intransigente. Continuó al lado del ex presidente cuando se fijaron los postulados del Movimiento de Integración y Desarrollo, MID, siendo presidente de la Junta de Gobierno y delegado ante el Comité Nacional de ese partido, que lo postuló para gobernador de Entre Ríos en 1973. Por discrepancias surgidas entre la conducción nacional y un sector del MID, Uranga creó una línea política junto a Sylvestre Begnis, dando origen al Movimiento Línea Popular, de cuya agrupación fue titular en la provincia..
Dirigente deportivo y periodista
El Dr. Uranga fue también un deportista ejemplar. En su juventud practicó el remo y el rugby. Vuelto a la ciudad de Paraná después de haber cursado la carrera de abogado en la Capital Federal, presidió durante largos años el Club Atlético Estudiantes y fue factor decisivo en el salto adelante dado por la vieja institución del Parque. Introdujo e impuso el rugby en Paraná y en Santa Fe; laudó como árbitro en el pleito que mantenía dividido el fútbol local hace 40 años y de su fallo nació la Liga Paranaense de Fútbol, cuyos estatutos redactó. Hasta los últimos días de su vida, el Dr. Uranga, a pesar de los achaques de los años y del deterioro de su salud, seguía frecuentando las canchas de rugby, fiel a uno de sus amores de siempre.
El Dr. Uranga fue también periodista. Ejerció la Dirección de El Diario en horas difíciles para el periodismo y las libertades argentinas. Alguna vez le oímos decir que las verdaderas vocaciones de su vida fueron el periodismo y la docencia y confesar que no pudo cumplirlas plenamente, absorbido por la función pública y la política. De todos modos, en las páginas de nuestro diario y en muchas otras de la prensa partidaria, quedan múltiples testimonios de su paso por el periodismo.