Tesis 1. La economía argentina es cada vez más pequeña y el mercado local muy opaco e imperfecto. Un mercado concentrado, oligopólico, cartelizado, mañoso, y además muy condicionado por la incursión arbitraria del Estado. Corolario: En la medida en la que los economistas asumen que el argentino es un mercado más bien perfecto, parten de una premisa central equivocada.
Tesis 2. En esas condiciones los precios no son tanto fenómeno económico cuanto político. No están determinados tanto o tan sólo por los costos, la oferta o la demanda, sino más bien por las relaciones de fuerza y los acuerdos entre los grandes actores del mercado entre sí y con el Estado.
Tesis 3. La inflación argentina es consecuencia no tanto ni tan solo del déficit fiscal y la oferta monetaria (idea monetarista clásica), sino sobre todo de que la oferta de bienes y servicios del mercado corre de atrás a la demanda. El drama de la economía argentina es la falta de inversión pública y privada que produzca bienes y servicios y facilite su circulación. El déficit y la emisión monetaria son factores que retroalimentan el problema.
Tesis 4. El Estado es un actor central de la distorsión económica argentina, por varias razones.
- Ante todo es inestable. La volatilidad e inestabilidad de la realidad política determina el comportamiento volátil de los actores del mercado.
- El gasto público es tradicionalmente grande, tradicionalmente creciente, y se costea con una alta presión fiscal también tradicional, también creciente y esencialmente recesiva.
- El gasto público es esencialmente improductivo (no produce bienes que ingresen al mercado), pero paga una masa de sueldos y proveedores (ingresa dinero al mercado), por lo que constituye un factor inflacionario.
Tesis 5. Entre un tercio y la mitad de la economía argentina es informal. El Estado ahoga a la economía, pero particularmente a la economía formal. El diferencial entre la presión tributaria real y nominal (la evasión tributaria) es altísimo. El que paga impuestos, paga por sí y por el que no paga.
Tesis 6. El crecimiento económico está constreñido estructuralmente, porque ni el gran capital ni el pequeño empresario le encuentran la vuelta a la rentabilidad de la inversión.
- el gran capital (más o menos obligado a ser formal) opera en la medida en que se le generan condiciones favorables de excepción (creación de mercados muy concentrados, regulados o cautivos, subsidios, acuerdos gremiales sectoriales, etc.).
- el pequeño empresario prefiere la actividad informal para proteger la rentabilidad. Esto incluye rehuir la inversión en blanco, para no pagar impuestos.
- el pequeño empresario prefiere también las utilidades en negro, no tanto ni tan sólo para no pagar impuestos en el camino, sino también para poder fugar el dinero y ponerlo seguro fuera del circuito formal.
Tesis 7. El problema central de la economía argentina no es pues, solamente, que la presión fiscal mine la rentabilidad de la economía formal, alimentando la economía informal. El problema es que, como consecuencia de todo lo anterior, lo que hay es un panorama general contrario a la inversión.
Tesis 8. Las políticas económicas típicas no le encuentran la vuelta al problema estructural de la economía argentina. Las herramientas neokeynesianas clásicas, que podrían ayudar a la reactivación, son contraindicadas para frenar la inflación estructural. Las herramientas monetaristas clásicas, que podrían ayudar a bajar la inflación, son recesivas. La estanflación se configura precisamente de este modo.
Tesis 9. Como novedad del gobierno de Cambiemos, la prioridad puesta en la lucha contra la inflación vía restricción monetaria y atraso cambiario genera una pérdida de competitividad artificial para la economía real, alienta y acrecienta la bicicleta financiera y desalienta la inversión real. Corolario 1: Sin inversión, no se resuelve una de las causas de la inflación, que es el problema de la oferta. Corolario 2: Genera un fuerte déficit cuasifiscal.
Tesis 10. Pero además la inflación se resiste a bajar por las vías ortodoxas (monetaristas), por lo expuesto en las tesis 1, 2 y 3. Corolario: En Argentina el enfoque monetarista es tradicionalmente ineficaz y, a esta altura, ingenuo o interesado.
Tesis 11. Es necesaria una política que invierta los términos de la ecuación típica del actor económico argentino invitándolo a dinamizar la economía. Esto implica una simplificación tributaria y una baja general de impuestos, de la mano de una amplia formalización de las actividades “en negro”.
- Una reducción paulatina, programada, de los impuestos al consumo.
- Eliminación gradual, programada, de los impuestos distorsivos (ganancia mínima presunta, bienes personales, cheque, retenciones), exenciones y subsidios sectoriales.
- Amortización acelerada de Ganancias para las inversiones.
- Exención general para emprendimientos micro.
- Años de gracia impositivos para los emprendimientos pequeños.
- Simplificación general para PYMES (elevación de techo de monotributo, impuestos diferenciados para balances pequeños).
- Blanqueo laboral con aportes en niveles subsidiados para nuevos empleos o empleos en PYMES, incremento paulatino hasta niveles razonables.
Nota final. A la base del edificio conceptual está la convicción de que en Argentina hay recursos abundantes (tierra, trabajo, conocimiento), pero faltan condiciones para que el capital se aplique a movilizarlos. Estas condiciones no implican apenas confianza o estabilidad. Lo que hay que cambiar es un modelo heredado de corte populista, emparchado con una respuesta fiscalista-monetarista, y reemplazarlo por otro modelo de genuina acumulación, inversión y reproducción.
(*) Esta nota fue publicada en el newsletter “7 Miradas” de Luis Pico Estrada, Número 314.