En el vasto campo de la literatura sobre el desarrollo económico, uno de los temas que aparece con reiterada frecuencia es el de la relación entre la estructura productivo-tecnológica, la inserción internacional y el grado de desarrollo económico de un país.
Diversos analistas se han preguntado en qué actividades se deben especializar los países subdesarrollados para convertirse en desarrollados. Mientras que algunas corrientes, más afines al pensamiento ortodoxo, han defendido la teoría ricardiana de las ventajas comparativas, por la cual los países subdesarrollados deberían concentrarse meramente en aquello que “mejor saben hacer” -esto es, en general, la exportación de materias primas (actividad en la cual serían más eficientes que si se industrializaran)-, otras -de tinte más heterodoxo- han sostenido que una condición necesaria para la salida del subdesarrollo es la industrialización, integración, complejización y diversificación tecnológica de la matriz productiva.
En el contexto de este debate, la presente tesis se propone responder las siguientes preguntas: ¿inciden la estructura productivo-tecnológica y la inserción internacional de un país en su desarrollo económico? Si la respuesta es afirmativa, ¿de qué modo lo hacen? ¿Cuáles son las estructuras productivo-tecnológicas más proclives al desarrollo económico? ¿Cuáles no? ¿Es la industrialización la condición sine qua non del desarrollo? ¿Son los recursos naturales una maldición para el desarrollo?
En consecuencia, el objetivo general de esta tesis será analizar la relación entre la estructura productivo-tecnológica, la inserción internacional y el desarrollo económico para una muestra de 63 países, a través de una tipología de casos para el período 2000-2010. Para ello, agregaremos cinco objetivos específicos: a) definir el vínculo entre el contenido tecnológico de las exportaciones de un país y su nivel de desarrollo económico; b) analizar la asociación que hay entre la diversificación de las exportaciones de un país y su grado de desarrollo económico; c) establecer la relación entre el contenido local de las exportaciones de medio y alto contenido tecnológico de un país y su nivel de desarrollo económico, d) analizar la relación entre las capacidades tecnológicas de un país y su grado de desarrollo económico y e) identificar diversos tipos de situaciones de países en función de los cruces de las mencionadas variables.
A modo de hipótesis, sostenemos, en primer lugar, que la estructura productivo-tecnológica sí influye fuertemente en el desarrollo económico. Sin embargo, también afirmamos que no existe una única fisonomía de estructura productivo-tecnológica capaz de generar desarrollo, y es por ello que tiene sentido establecer una tipología de senderos nacionales.
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