El programa de gobierno desarrollista en la campaña electoral

La Convención Nacional de la UCRI, reunida en Agosto de 1957, estableció como programa de gobierno el contenido de los principales discursos y lo propuesto por Frondizi en la campaña electoral: “Industria Argentina y Desarrollo Nacional”, con más de 250.000 ejemplares editados por la revista “Qué…”, agotados en menos de 5 meses, donde se señalan con claridad los objetivos y los planes que se cumplieron con creces durante el gobierno desarrollista.

Desmiento así una de las primeras mentiras, la de que «Frondizi traiciono el programa» parte de las leyendas negras que, de tanto repetirse, muchos han aceptado sin análisis.
Algunos han llegado a repetirlas aún para el elogio, diciendo que una vez llegado al gobierno Frondizi tuvo que cambiar sus ideas “para bien del país”, y resaltan su supuesto “coraje civil”. Es el caso de algunos analistas políticos, e incluso algunos biógrafos de Frondizi que, evidentemente, han hecho un análisis muy superficial, condicionados por esas “leyendas negras” que, a priori, las daban como verdaderas.
Pues no, señores. Y aquí no hay lugar para las dudas. Frondizi no traicionó el programa.
Frondizi expuso este programa “para 20 millones de argentinos” durante los años 1956, 57 y los primeros meses de 1958 hasta la asunción el 1º de mayo.

Dio un mensaje claro y valiente provocando un verdadero cambio en el mensaje político al abarcar temas que eran “tabú” en la política argentina.
Y por si fuera poco todo esto fue acompañado por el debate de los temas nacionales desde la revista “Qué…”, con tiradas de 200.000 ejemplares semanales al alcance de todo el mundo, clarificando el proceso nacional. Entonces… ¿Quién pudo llamarse a engaño? ¿A quién engañó Frondizi y su equipo de colaboradores? ¿No fue acaso suficientemente difundido esto que es todo un programa de gobierno y que es y sigue siendo la esencia de la propuesta desarrollista desde entonces, y que sigue teniendo vigencia 60 años después?

«Qué» y la actualización programática

La campaña electoral se desarrolló en base a estas propuestas y todos los militantes nos identificamos plenamente con ellas.  En la edición mensual de “Todo es Historia” de marzo de 1988, recordando 30 años después aquella campaña electoral, Rogelio Frigerio escribió: “El país entero volvía su mirada a Arturo Frondizi depositando en ella sus esperanzas de superación del callejón sin salida en que se encontraban; había en este fenómeno sociológico una gran potencialidad política”, y agrega más adelante: “Acordamos que yo me haría cargo de la dirección de la revista “Qué…”, que había reaparecido tras el golpe de estado”, y sigue: “Asumí pues la dirección de la revista en esta segunda etapa con la intención explícitamente convenida con Frondizi de nuclear allí los equipos que debían preparar la actualización programática que el país necesitaba”,
“La discusión se planteaba crudamente en la revista, la realidad nacional desfilaba por allí, había objetividad, no asepsia. En las notas editoriales que publicaba como director iban sentándose las posiciones doctrinarias. El carácter opositor al gobierno de la Revolución Libertadora lo daba la crónica de los acontecimientos, habida cuenta que su política contrariaba ostensiblemente la realidad y sus demandas”. “Fuimos incorporando además a diversas personalidades de la política que tenían posiciones claramente asumidas en el campo nacional. Así vinieron Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, José María Rivera, entre otros, que se convirtieron en entrañables amigos personales”. “La revista, que la leía la gente de todos los grupos sociales, de diversas corrientes políticas, era una referencia obligada, aún para disentir. Ese gran impacto periodístico nos permitió convertirla en un formidable instrumento de gestación del acuerdo frentista que el país necesitaba”.

Conclusiones

Esto es lo que quería plantear de entrada, respecto a la primera gran mentira, una de las numerosas “leyendas negras”, sobre Frondizi y la supuesta traición al programa.
Todo lo contrario, y en esto soy reiterativo: fue la primera vez que un gobernante llegó al poder exponiendo un programa tan vasto, claro y coherente, abarcando casi todos los aspectos de la problemática nacional. Rompió, como ya dije, con todos los “tabues” de la política tradicional.

Por eso chocó de entrada con la vieja partidocracia de la Unión Cívica Radical, y hoy se puede decir, a la distancia, que la división del radicalismo, con el alejamiento de los sectores unionistas, de los sabatinistas y de los nuevos sectores gorilas que seguían a Balbín, fue un proceso de decantación inevitable y, además, necesario. Los que nos quedamos en la U.C.R.I., con Frondizi y su propuesta desarrollista, nos identificamos plenamente con esos postulados. Y la revista “Qué…” fue el medio de comunicación y de expresión más valorado entre nosotros.

Nadie pudo llamarse a engaño. El triunfo del 23 de febrero de 1958 fue el triunfo de ese programa nacional que luego ejecutaron con éxito Arturo Frondizi, Rogelio Frigerio, los legisladores de la U.C.R.I. y los 22 gobernadores desarrollistas, a pesar de los innumerables obstáculos que los sectores golpistas pusieron durante esos cuatro años, que culminaron en el golpe de estado el 29 de marzo de 1962.


Extracto del Libro: «Arturo Frondizi . El Estadista del Siglo XX . “La Epopeya Desarrollista” 2do libro