El sector pesquero es uno de los principales complejos exportadores de Argentina. En 2018, fue el octavo mayor generador de divisas del país, con ventas por 2.148 millones de dólares, un 3,5% de las exportaciones del país. Solo quedó detrás de la industria automotriz, la soja, el petróleo, el maiz, la carne, los cueros bovinos, el trigo, el oro y la plata. La cadena pesquera tiene una marcada orientación al mercado externo: el 90% de la producción se exporta a más de 100 mercados. Esta característica la convierte en una actividad clave para el país, en un momento de gran necesidad de generación de divisas genuinas.
Alrededor del 98% de la producción pesquera nacional proviene de las capturas marítimas. Unas 700.000 toneladas de alimento se extran del mar argentino cada año. El 55% de esas capturas son peces, principalmente merluza hubbsi (33%). Le siguen los crustáceos, con una participación en el total del 32%, entre los que se destaca langostino (22%). Los moluscos representan el 13% de las capturas nacionales, con una participación relativa del calamar Illex del 16%.
La flota pesquera argentina está constituida por 1.020 buques. Para la etapa de procesamiento en tierra, Argentina cuenta con 140 plantas procesadoras y frigoríficos autorizados para exportar a distintos mercados internacionales, entre ellos la Unión Europa. La actividad genera 30.000 empleos formales directos.
Los desembarques de capturas marítimas se concentran en los puertos de Mar del Plata (53%), Puerto Madryn (16%), Puerto Deseado (10%) y Ushuaia (6%).
El conglomerado marplatense
Mar del Plata es el principal puerto pesquero del país y uno de los más importantes de Sudamérica. Allí existe un conglomerado integrado productivo pesquero constituido por una gran cantidad y una amplia variedad de agentes económico e institucionales que están relacionadas directa e indirectamente con el sector. Es un entramado de actores en torno a un conjunto de empresas que interactúan y cooperan entre sí, comparten la misma infraestructura y mantienen relaciones estratégicas con el sector público para ls producción tecnológica y de conocimiento. Esto se traduce en una mejor competitividad y una mayor eficiencia de la actividad.
Entre los múltiples actores vinculados a la actividad pesquera en Mar del Plata hay centros de conocimiento (universidades, centros de formación profesional, centros de tecnología e investigación, laboratorios), organismos de la administración pública, proveedores de insumos para envasado y empaque (como cajas de cartón para industria frigorífica, polietileno barrera y no barrera, artes de pesca, redes de arrastre, combustible, aceites, productos desalinizadores,), proveedores de vituallas (alimentos, bebidas, enseres, maquinaria y equipamiento de planta, herramientas y suministros, indumentaria y calzado de trabajo y seguridad en la navegación), proveedores de servicios auxiliares (reparaciones y mantenimiento, talleres navales, talleres de calderería, talleres de electrónica, talleres de electricidad naval, astilleros, certificaciones sanitarias y de calidad, control satelital), proveedores de servicios (seguridad e higiene, despachantes de aduana, agencias marítimas), proveedores de logística (navieras para exportación en contenedores, estiba, remolcadores, transporte terrestre de materia prima y alimentos) proveedores de servicios financieros y profesionales, entre tantos.
A pesar de su sofisticación e importacia estratégica, el puerto de Mar del Plata requiere de mejoras y adecuaciónes. No se han realizado obras de infrestructura de relevancia desde su inauguración en 1924, con la excepción de la cementación de un muelle junto a la escollera sur. Es de vital importancia ampliar la capacidad de amarre mediante la construcción de nuevos muelles y el retiro de unos 40 buques inactivos, algo que fue prometido por diferentes administraciones del gobierno provincial, para generar mejores condiciones para la operatoria de la industria pesquera y consolidar un puerto multimodal capaz de proveerl servicios tanto al sector a la industria pesquera como a otras industrias importadoras y exportadoras con posibilidades de comerciar en contenedores.
Una política para el desarrollo pesquero
Para reforzar el desarrollo de la industria pesquera es imprescindible el cumplimiento de condiciones básicas, como la adopción de políticas estables a largo plazo en materia económica, tributaria y cambiaria, el respeto de la seguridad jurídica y la consolidación de acuerdso comerciales con nuevos mercados o bloques económicos. Ejemplos del último punto son las negociaciones con grandes mercados asiáticos como China o India. También con México, Canadá o Sudáfrica.
La industria pesquera se convirtió en un sector clave para el país a pesar de que la política económica ha sido con frecuencia desfavorable para su crecimiento. Considerando de donde proviene esta actividad, que nació de una inmigración que primero se asentó en La Boca y luego en el puerto de Mar del Plata utilizando lanchas de madera, es notable el desarrollo técnico y tecnológico que experimentó. Fue un logro que se valió tanto del uso de recursos naturales como de la aplicación de trabajo, la inventiva y la pasión para generar también el ordenamiento administrativo de la actividad.
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