China
Jorge Malena, director del Comité de Asuntos Asiáticos del CARI, advierte de que EEUU todavía no aclaró si las inversiones el litio es una "línea roja" para las inversiones chinas. / Instituto Confucio - Udelar (YouTube)

EEUU presiona a sus aliados para disuadirlos de recibir inversiones de China. Es parte de la disputa por la hegemonía mundial entre las dos potencias. El incremento de tensión entre Washington y Pekín de los últimos años puede afectar el desarrollo de sectores clave en América Latina, como el 5G. O el litio en Argentina. EEUU marcó líneas rojas para Argentina en la compra de aviones de combate y 5G, dice el experto Jorge Malena, pero aún no ha hecho lo mismo con el litio. «EEUU, uno de los principales acreedores de nuestro país, no debería obstaculizar a aquellas actividades económicas que fortalecen la capacidad de pago de Argentina», plantea Malena, director del Comité de Asuntos Asiáticos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales y director de la Carrera de Posgrado en Estudios sobre China en la era Global de la Universidad Católica Argentina.

La extracción del litio en Argentina depende de las inversiones extranjeras. ¿La tensión entre China y EEUU podría perjudicar la llegada de estas inversiones?

El país enfrenta las implicancias de la puja estratégica entre EEUU y China. Ambas potencias compiten por comercio, tecnología y cuestiones geopolíticas, pero también por aliados. Los lazos con China representan un desafío diplomático cada vez más sensible. Washington presiona a América Latina en general, y a Argentina en particular, para que no profundice la relación con China. Aunque China no hace lo mismo. Para Argentina, la diversificación de los lazos políticos y económicos internacionales contribuye a disminuir la dependencia. Aún no sabemos si la explotación del litio será parte de la línea roja que Washington nos trace en nuestra vinculación con China, como sucedió con los aviones de combate y con el 5G. Nuestra dependencia financiera de EEUU y nuestro mermado poder relativo dificultan el incremento de las relaciones con China, particularmente el traspaso de toda línea roja. Este, sin dudas, será uno de los principales dilemas que en materia de política exterior deberá afrontar el próximo gobierno.

¿Argentina podría verse forzada a elegir entre las inversiones de EEUU o de China?

Si consideramos los acuerdos alcanzados con el Fondo Monetario Internacional, Argentina necesita captar divisas. Estas divisas van a provenir de exportaciones. Todo aquello que contribuya a incrementar la producción y las ventas al exterior, como es el desarrollo de la iniciativa de la franja y la ruta, es muy significativo. Por eso, Argentina no puede rechazar las inversiones provenientes de China. Incluso EEUU, uno de los principales acreedores de nuestro país, no debería obstaculizar a aquellas actividades económicas que fortalecen la capacidad de pago de Argentina.

¿Pero no podría ceder a las presiones de Washington al menos en el caso del litio?

Hoy en día, hay capitales provenientes de EEUU, Canadá, Australia, Corea y China que tienen participación en los proyectos de litio de mayor envergadura. China es la principal fuente de inversiones en las provincias argentinas destinadas a explotar energías renovables y el litio. Argentina no debería desdeñar esta contribución en el desarrollo de la producción y transformación del litio en nuestro noroeste. Hay que recordar que, según estudios de la Secretaría de Minería de la Nación, una vez que los diez proyectos más avanzados inicien su producción, en el año 2027, las exportaciones de litio de nuestro país podrían alcanzar los 4.000 millones de dólares anuales. Una cifra que no es exigua si se la compara con la del año 2022, en que la producción alcanzó los 200 millones de dólares anuales. 

¿Ve un aumento de las presiones para desalentar las inversiones de China en la región?

En los últimos 30 años, a partir del desarrollo que han tenido el comercio, las inversiones, la asistencia financiera, la transferencia tecnológica, la asistencia sanitaria y el desarrollo de infraestructura, China ha logrado construir más presencia en América Latina que cualquier otro país que no sea EEUU. El incremento de la tensión entre EEUU y China, genera un efecto negativo en toda América Latina. En particular, si EEUU no brinda alternativas a las inversiones provenientes de China. 

¿Y ofrece esas alternativas?

EEUU ha lanzado iniciativas a nivel global como el Build Back Better World, que procura en cierta medida eclipsar la iniciativa de la Franja y la Ruta, o Nueva Ruta de la Seda de China. Pero no vemos iniciativas importantes en nuestro subcontinente que nos permitan verificar que, en efecto, esto es una mejor opción. La iniciativa de la Franja y la Ruta se caracteriza por el desarrollo de la conectividad a partir de la promoción de obras de infraestructura. Todos sabemos que la mejora de la infraestructura es un factor central tanto para la producción como para las exportaciones. 

¿Ve probable que la tensión entre EEUU y China escale aún más?

La principal causa de un conflicto militar entre las dos superpotencias guardaría relación con la proclamación de la independencia en Taiwán. Pero la dirigencia taiwanesa es consciente de las líneas rojas que existen y no necesariamente busca la proclamación de la independencia, sino ampliar el espacio internacional de Taiwán. Esto no necesariamente va a llegar a un conflicto armado. Un conflicto militar es prácticamente imposible. Y no creo que las inversiones se vayan [de América Latina] porque haya tensión diplomática entre las potencias.