Tenemos derecho a decir que Milei es un nazi

El presidente Javier Milei denunció este viernes por calumnias e injurias a tres periodistas porque considera que lo «trataron de nazi». La acusación está floja de papeles por dos razones. Por un lado, no está claro que efectivamente lo hayan calificado de nazi. Pero lo principal es todos, periodistas o no, tenemos derecho a decir que Milei es un nazi.

La denuncia es contra Carlos Pagni, que en su programa de La Nación+ mencionó el libro Hitler: a 30 días del poder, que cuenta el ascenso del líder nazi al poder. La hipótesis del autor, Henry Ashby Turner, el triunfo del nazismo fue consecuencia de la falta de comunicación entre las élites alemanas.

Pagni lo usó como una metáfora del contexto político global actual. Y también en Argentina. Milei se consideró acusado de haber realizado «las mismas conductas» que Hitler para llegar al poder, algo que Pagni no dijo.

También está denunciado el periodista Ari Lijalad, que en un artículo de opinión en El Destape dijo que Milei usaba un discurso nazi. Lijalad citó al historiador del nazismo, Richard Koenigsberg, que decía que Hitler consideraba a los judíos como un virus en «el cuerpo alemán».

Lijalad escribió que para Milei los que pensaban distinto eran un virus a extirpar de la sociedad. Como ejemplo, recordó que el presidente había compartido un video en sus redes sociales sobre el virus KU-K-12, en referencia al kirchnerismo.

La comparación de Lijalad es, por lo menos, pertinente. 

Milei denunció también a Viviana Canosa por haberlo llamado «déspota» y «autoritario».

El delito de calumnias e injurias fue despenalizado en 2009 para los asuntos de interés público. Ya no existen penas de cárcel para estos casos y sólo se imponen multas cuando se demuestra la «real malicia».

El estándar de «real malicia» es exigente y son contados los casos que terminan en una condena cuando involucran a una figura pública, como obviamente es el presidente. La real malicia fue definida por la Corte Suprema de EEUU en 1964 en el caso Sullivan vs. The New York Times y fue incorporado a la jurisprudencia de Argentina y otros países

Pero esos detalles no importan en el caso de Milei, porque lo que el presidente denunció fueron opiniones, o análisis, expresiones cargadas de subjetividad y de interpretación.

Un delito de calumnia involucra una acusación falsa sobre un delito concreto y la intención de dañar la reputación de alguien. La calificación de nazi, autoritaro o déspota no es la imputación de ningún delito en concreto. Es una valoración subjetiva sobre una persona o un gobierno.

Llamar «montonera tira bomas» a Patricia Bullrich, en cambio, sí podría considerarse una calumnia.

A diferencia de las calumnias, las injurias son una expresión que daña la dignidad de una persona pero sin que haya una falsa acusación de un delito.

Podría discutirse si una etiqueta como nazi, fascista, zurdo de mierda o republicano ñoño dañan la dignidad de un político. También si las opiniones del periodismo afectan la reputación del presidente. Pero no importa, porque el delito fue despenalizado.

Para evitar el castigo y la judicialización de las opiniones críticas contra el gobierno.

Y para que todos podamos decir que Mieli es un nazi libremente, si es lo que pensamos.

Tras las PASO de 2023, escribí un artículo en el que mencionaba una entrevista del Papa Francisco en C5N. Francisco había comparado el ascenso de Hitler al poder con la política actual, similar al planteo de Pagni. Bergoglio ponía el foco en el rol del excanciller alemán Franz Von Papen, que hizo un acuerdo con los nazis y permitió que Hitler formara gobierno.

En aquel artículo, comparé a Macri con Von Papen. Y, por supuesto, a Milei con Hitler. Seguramente el presidente no lo leyó.