Este domingo comienza el final de la era Merkel. Tras 16 años al frente del gobierno de Alemania, la canciller Angela Merkel pasará a la historia. Deja tras de sí un legado de grandes logros, tanto en el país como en la Unión Europea. Merkel no solo es la única mujer que ocupó el cargo, sino que es la líder más lonjeva: superó incuso a su mentor, Helmuth Kohl, el líder que unificó a las dos Alemanias.
Tras la dura derrota electoral que sufrió su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), en el estado federal de Hesse y con la carga de varios años ininterrumpidos, intensos y arduos de gestión Merkel anunció en octubre de 2018 que no buscaría un nuevo mandato. Es la primera vez en la historia desde 1949 que un canciller saliente decide no presentarse.
Con un carácter impoluto y gran templanza Merkel deja una marca difícil de superar en el corto plazo. Su liderazgo en todos estos años en el ámbito europeo marcó la agenda para posicionar a la Unión Europea en un actor indispensable en la tomas de decisiones a nivel global. Ante cada crisis que le tocó afrontar desde las económicas, el Brexit, los refugiados de la guerra de Siria e Iraq y la pandemia salió de manera airosa, con más éxitos que fracasos.
Su retiro de la política deja una huella de un estilo pragmático y único a la hora de consensuar acuerdos para lograr los objetivos con la característica de siempre respetar la palabra. El mayor ejemplo fue la conformación de la gran coalición entre su partido y la socialdemocracia (SPD) para gobernar en gran parte de su mandato. Dejará su cargo con una imagen positiva de más del 60%.
Candidatos y ejes de la campaña
El domingo 26 de septiembre están habilitados a votar 60,4 millones de personas para elegir a los nuevos miembros del Bundestag. La renovación del Parlamento alemán pone en juego 709 bancas. Al ser una democracia parlamentaria, los diputados de la Cámara baja (Bundestag) elijen al canciller. Para formar gobierno se necesitan 355 escaños. El sufragio es uninominal y plurinominal. El primer voto es para un candidato de su circunscripción. Cada partido nomina a una persona. Quien obtenga más votos recibe un mandato directo y entra en el Bundestag. El resultado son 299 diputados, por lo que todas las regiones están representadas en el Parlamento. El segundo voto es para un partido político. Es aún más importante que el primer voto, porque decide la composición de la Cámara.
La campaña en Alemania giró alrededor de varios temas puntuales que preocupan a los ciudadanos. La discusión de las últimas semanas fue la desigualdad social, que radica en la diferencias de salarios entre el oeste y oriente del país. El cambio climático estuvo presente en la carpeta de los candidatos a raíz de las fuertes inundaciones del pasado julio que generó estragos, grandes pérdidas en infraestructura y económicas en la regiones de Renania del Norte-Westfalia y Renania Palatinado. Un tema sensible en la campaña fue la migración. En torno a esta problemática hubo arduos debates de cómo se debe proseguir e intentar nuevamente en Bruselas que la migración sea más equitativa con los demás países del bloque. Otro tema que preocupa a los alemanes es la actual deuda económica condicionada por la pandemia que generó un agujero en el presupuesto con una serie de costosos programas de ayuda. Con estos incrementos, para fin de año la deuda alcanzará un 75% del PBI. El máximo desafío para el próximo gobierno será cómo reducir esa cifra sin recortar inversiones que se requieren de forma urgente.
El sucesor de Merkel al frente del CDU, Armin Laschet, actual ministro presidente de Renania del Norte-Westfalia, uno de los estados con mayor peso electoral, no remonta en las encuestas que ubican a su partido, junto a su aliado histórico la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), segundo en intención de voto con un 21%. Abogado de profesión, de 60 años edad, se muestra como el heredero de Merkel marcando una línea de moderado y proeuropeo. Pero tiene en contra una alta impopularidad a raíz de un desafortunado episodio en plena crisis por las inundaciones que sufrió su región cuando en pleno discurso del presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, se lo vio sonriendo como si nada estuviera pasando a su alrededor.
Tras 15 años la socialdemocracia (SPD) lidera las encuestas con el 26%. El candidato de la centroizquierda es el actual vicecanciller y ministro de finanzas, Olaf Scholz. La sensación para la mayoría de los alemanes es que ven a Scholz como el heredero natural para suplantar a Merkel. Scholz tiene una larga trayectoria en la política alemana. Este abogado, de 63 años, ocupó diversas carteras durante el mandato de Merkel, fue diputado del Bundestag y alcalde de su ciudad natal Hamburgo. Suele manejarse de forma racional con cierto pragmatismo y es considerado aburrido, sin embargo, para la opinión pública Scholz ganó cada uno de los tres debates entre los candidatos a la Cancillería.
El Partido Verde marcha tercero en las encuestas con el 15%. Su líder y candidata es Annalena Baerbock, diputada del Bundestag, de 40 años, abogada, su partido fue la sensación al comienzo de la campaña cuando se ubicaron primeros con el 30% de intención de votos, pero las irregularidades de su líder al no declarar ingresos de dinero superior a unos 25.000 euros, lo que es un requisito a lo que pueden recibir los partidos políticos en Alemania. También, tuvo un fuerte traspié en una entrevista cuando uso una expresión considerada racista («nigger») por lo que tuvo que pedir perdón. Además, fue cuestionada al mentir en su CV.
Cuartos en las encuestas con el 12% figura el histórico Partido Democrático Libre (FDP). Desde que su actual líder Christian Lindner, de 42 años, politólogo, se hizo con la jefatura de los liberales en 2013 el partido esta en pleno auge de crecimiento y quiere volver a recuperar su papel como una agrupación influyente en la política alemana cuando en varias legislatura conformó gobierno como socio minoritario con los conservadores y socialdemócratas.
Completan la grilla de las encuestas la ultraderecha Alternativa para Alemania (AFD) con el 11% y la izquierda con el 6%. La AFD llegan a estas elecciones con profundas internas partidarias entre sus dos máximos exponentes la economista, empresaria y líder la de la oposición en el Bundestag, Alice Weidel y Tino Chrupalla, de 46 años, experto en mercados financieros. En los últimos meses la AFD buscó la unidad de la formación en la búsqueda de seducir nuevamente a sus votantes.
Posibles escenarios
Lejano queda en el tiempo cuando en las terceras elecciones federales, el líder del CDU Konrad Adenauer, con sus aliados del CSU, en 1953, consiguió la mayoría absoluta con el 50,2% de los votos. Desde esa hazaña electoral nunca más se repitió un resultado similar. Entonces los partidos alemanes se vieron obligados a conformar alianzas o coaliciones para formar gobierno.
Si las encuestas se concretan en las urnas y no mantienen la tendencia impredecible que vienen arrastrando a nivel global existe la posibilidad que haya un gobierno tripartito entre los socialdemócratas encabezando el gobierno junto a los verdes y los liberales. En el mandato del socialdemócrata Gerard Schröder (1998-2005) gobernó en conjunto con los verdes. En esa dirección los verdes ya anunciaron que estaría dispuestos a concretar una alianza con los socialdemócratas. En el caso de los liberales, su líder Christian Lindner manifestó que concuerda con la agenda ambiental con los verdes. Scholz se muestra dispuesto a la posible formación entre los tres partidos. Hay un antecedente de esta coalición, ya desplegada en la región de Renania-Palatinado.
También se puede reeditar la actual coalición entre el CDU/CSU con los SPD sumando a los liberales. Los conservadores, sin embargo, pusieron reparos al no querer ceder la Cancillería a los socialdemócratas.
Otra opción de gobierno puede ser una alianza entre el CDU/CSU con los liberales y los verdes. Los conservadores y liberales en cierta manera coinciden en los temas económicos. El choque es entre los ecologistas y los conservadores que no consensuan en varios temas.
Sin dudas si las encuestas no fallan y se concretan sus pronósticos es muy posible que la centroderecha deje de gobernar en Alemania tras 16 años. La alternancia siempre es buena, y si vuelven al poder la socialdemocracia de la mano de Scholz es probable que siga con la línea política de Merkel.