Escenas de las protestas de clientes estafados frente a la sede central de Evergrande en Guangzhou. Fuente AFP
Escenas de las protestas de clientes estafados frente a la sede central de Evergrande en Guangzhou. Fuente AFP

Evergrande, la segunda empresa constructora a inmobiliaria china, dio señales de no poder cumplir este jueves 23 de septiembre con una cuota del pago a sus acreedores al ampararse en el mes de gracia acordado antes de caer en default. La situación encendió aún más las alarmas sobre un posible quiebre que podría generar una crisis en el mercado financiero más allá de las fronteras chinas. Esto es principalmente preocupante para  aquellos países dependientes del precio de los comodities, como es el caso de los países de América Latina, incluida la Argentina.

Un gigante con pies de barro

La empresa constructora china, otrora emporio del éxito económico chino con más de 2000 filiales en el país asiático y unas 200 en el resto del mundo, cuenta con un pasivo de US$ 300.000 millones, equivalente a cerca del 2% del PBI de China. Es casi inevitable que el promotor inmobiliario tenga que reestructurar su deuda, ya que tiene dificultades para pagarle incluso a sus proveedores.  Hasta finales de año, tiene pagos de intereses deudas por USD 669 millones ante los cuales ya demostró sus complicaciones para afrontarlos.

Malas estrategias de financiación, endeudamientos descontrolado y subestimación sobre las regulaciones estatales fueron fundamentales para que la empresa llegará a esta situación de crisis. En especial cuando  Pekín endureció las normas en su sector inmobiliario, para frenar los niveles de deuda y la especulación, rompiendo el mecanismo de endeudamiento constante del gigante en el medio del rio. No es arriesgado suponer un mensaje del gobierno a las promotoras que intenten el mismo sistema de negocios buscando frenar una burbuja inmobiliaria aún mayor.

Dada hiperconectividad del sistema financiero, la posible caída del gigante de la construcción implica el riesgo colateral en los acreedores, incluidos los bancos de China y del extranjero. Para algunos, el riesgo de crisis podría ser similar al generado en el crash subprime que se originó en EEUU allá por 2008. Para otros como la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) , Christine Lagarde, el impacto y la exposición están centrados en China, aunque reconoció que el BCE observa de cerca la situación.  La situación no agarra al gobierno chino desprevenido aunque en primera instancia no hay señales de un rescate por parte del Estado. Los organismos gubernamentales locales y las empresas estatales han recibido instrucciones para intervenir sólo en el último momento en caso de que Evergrande no gestione sus asuntos de forma ordenada.

Es importante señalar también que si bien el core de su negocio es el  desarrollo inmobiliario, el grupo ha invertido en vehículos eléctricos, parques deportivos y temáticos. Incluso posee un negocio de alimentos y bebidas, que vende agua embotellada, comestibles, productos lácteos y otros bienes en toda China y su propio equipo de fútbol el Guangzhou Evergrande, múltiple campeón de la liga china, que está construyendo el estadio de fútbol más grande del mundo, si la crisis lo permite.

El Estadio más grande del mundo que Evergrande construye para su equipo en Guangzhou
El Estadio más grande del mundo que Evergrande construye para su equipo en Guangzhou

Por todo esto no solo es preocupante el impacto financiero en caso de quiebre del conglomerado. Miles de empleos dependen de sus empresas, que además tiene pendientes de entrega miles de propiedades a clientes que adelantaron su dinero. De hecho estas semanas ya se han registrado protestas y reclamos en algunas ciudades contra la empresa.

La clave del asunto estará en la duración de la crisis de la empresa, si es algo temporal que se resuelve acordando los pagos, o si directamente la empresa quiebra no pudiendo cumplir con sus compromisos.

La repercusión de una eventual crisis en América Latina y Argentina

El impacto sobre la economía china de una crisis de estas características se sentirá inevitablemente en su demanda de insumos y materias primas. En primera instancia, y más allá de si se expande o no a toda la economía china, la crisis de Evergrande, paralizará los millonarios proyectos de construcción retrayendo la demanda y los precios en materiales como el hierro y el cobre. Brasil en el primer caso y Chile y Perú en el segundo verán altamente afectadas sus exportaciones. Mientras que Brasil está más diversificado, el gran problema lo tienen Chile y Perú donde el cobre representa la mayor parte de sus exportaciones y, consecuentemente, por el impacto sobre su economía podrán ser contundentes. Este es el problema que encuentran los países subdesarrollados como los nuestros que confiados en términos del intercambio (TI) favorables, precios y demanda alta de ciertos comodities, no diversifican su economía ni agregan valor, generando una dependencia total a precios y demanda sobre la que no tienen influencia.

Su caída puede afectara  otras industrias como la de autos eléctricos rubro donde Evergrande no solo tiene su propia marca, sino que ha invertido en muchas otras del sector a nivel global. Una crisis hace que deje de pagar a sus proveedores, el impacto podría sentirse en todo el mundo, como en República Democrática del Congo, de donde extraen el cobalto de los cátodos de las baterías o hasta en Argentina, Chile y Bolivia, por tener uno de los más grandes yacimientos de litio del mundo

Donde será más indirecto el impacto en nuestro país será en el precio de la soja, nuestro mayor producto exportado al gigante asiático en sus diversas variables. Si la crisis se expande y se produce una eventual contracción de la economía china, los efectos se sentirán. En concreto, los precios de los productos que exportamos a China irán a la baja; y el dinamismo de las exportaciones argentinas se verán afectados.  Incluso podrían hasta revertirse  los términos de intercambio, que son favorables desde que China entró al comercio mundial. Si bajan los precios inevitablemente esto terminará golpeando la recaudación y al mercado cambiario en la Argentina. Sin esos dólares para alimentar las reservas del Banco Central (BCRA) y así mantener estable el mercado cambiario y pagar las deudas con los mercados internacionales el panorama económico financiero es preocupante.

El problema de la dependencia de los commodities

La crisis de Evergrande  sirve para reflexionar nuevamente sobre el riesgo de depender tanto de la demanda china de materias primas, creyendo que será constante y eterna. Fue el mismo error que cometió la generación del 80 con respecto a Inglaterra.

“Todo lo que es commodities está muy ligado a esa demanda internacional. El problema es que no manejas el precio. Argentina es tomadora de precios para sus exportaciones, no tiene influencia” explicaba la economista Eliana Scialabba a visión desarrollista. Ha estudiado particularmente la cuestión de los términos del intercambio y no deja de advertir el riesgo que conllevan la exportación de materias primas. Lamentablemente, el caso Evergrande vuelve en real y cercano sus advertencias: “Si el país diversificara el perfil de exportación, no estaría tan atado a lo que pasa afuera. Cuando bajan los precios de los commodities tiene otros productos para producir y exportar”.  Como estrategia superadora de estos riesgos, Scialabba considera que “el modelo productivo debe virar hacia un perfil de mayor valor agregado. Hoy por hoy, el mayor valor agregado se genera con la economía del conocimiento, que es intensiva en capital humano, genera altísimo valor agregado y los mercados tienen mucho apetito por este tipo de servicios, principalmente servicios de alto conocimiento”, sinteriza dando una alternativa superadora frente a una problemática que puede golpear nuestra frágil economía poco diversificada.

Scialabba: «Nos creemos el granero del mundo cuando el mundo demanda tecnología»