Cosecha de soja en el estado de Mato Grosso
Cosecha de soja en el estado de Mato Grosso

Las doctrinas geopolíticas durante el SXX consideraban que la “ocupación del espacio” era una atribución primaria del Estado, creando ciudades, militarizando espacios, o en su defecto, estableciendo empresas estatales para dinamizarlos. Ello coincidía con un momento de bonanza y fortaleza del Estado –en especial post 1945– y con el hecho de que el sector privado ocupaba un rol secundario. Ello cambia con la consolidación de las finanzas, las Cadenas Globales de Valor (CGV) entre los ’70 y ’90, y, –vinculada a ellas– el crecimiento de la Inversión Extranjera Directa (IED). Sin embargo, con las crisis que varios Estados sufrieron a partir de los ’80, los impulsos geopolíticos netamente estatales perdieron vigor. El caso brasileño no fue la excepción, y es uno que merece la pena estudiar, ya que logró articular esfuerzos y hoy, tanto el sector privado (agronegocio) como público (EMBRAPA), plasman en la realidad el objetivo de “poblar y dinamizar” el Centro-Oeste, anhelo presente desde 1930.

Pensamiento Geopolítico Brasileño

Debe entenderse que el pensamiento geopolítico brasileño sostiene sus ejes fundamentales a lo largo del tiempo. Sus “ideas fuerzas” resistieron la transición de un gobierno militar a uno civil en los ’80 y el cambio de mandato de Fernando Henrique Cardoso a Luiz Inácio da Silva, y de Lula a Bolsonaro. Lo que muestra esto es que la institucionalidad geopolítica brasileña prevalece, y que los cambios de gobierno no implican cambios de toda la estructura previa.

Si bien hay varios autores geopolíticos a destacar, nos concentraremos en Golbery Couto e Silva[1] por dos cuestiones. Por un lado, porque que completa las ideas de la principal obra de Mario Travassos[1], al efectuar una aproximación más precisa al Centro-Oeste y su relevancia. Para poner en contexto, Travassos llamará “Heartland Sudamericano” al triángulo Sucre-Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), ya que permitía contrarrestar a Argentina. Y para ello esboza que el estado de Mato Grosso, que pre división de los 70s ocupaba toda el área limítrofe con Bolivia y Paraguay, sea la plataforma del poder brasilero en la región. Para Couto e Silva, la llamada “ida al Oeste” era clave para controlar el “Área de Soldadura” que conecta los sistemas del Plata y el Amazonas –la cual será detallada más adelante–. Por otro lado se destaca a este autor por el rol central que tuvo en la política del país entre 1960 y 1980, época en la que Brasil llevó a la práctica muchas de las ideas plasmadas en textos geopolíticos. Esa época se caracterizó por la bonanza económica y la consolidación de Brasil como Poder Regional, y fue sintetizada en el lema “Brasil Potencia”.

Para poder comprender de manera precisa las premisas desarrolladas es necesario entender cómo el autor concibió a Brasil: ante todo, para Golbery el país de modo formal, tal como se aprecia en los planisferios, no existía. La teoría geopolítica de Couto e Silva procuró explicar de qué forma llegar a ejercer un control efectivo sobre el “territorio”, excediendo el plano militar, considerando también la economía, infraestructura y empleo. Según él, el esfuerzo se originaba desde una pequeña área dinámica la única que podía ser catalogada como el “Brasil real”. En pocas palabras, es donde estaban concentrados los principales componentes materiales del país: población y Producto Interno Bruto (PIB). Y desde ésta región, denominada “Núcleo Central”, proponía potenciar al resto de las áreas, con el fin de “llevar el desarrollo hacia los espacios vacíos”.  En el mapa mostrado debajo, se identifica a esta Área de Reserva General / Núcleo Central con el número 1.

[1]“Proyección continental del Brasil” de 1930.

Mapa de Compartimentación de América del Sur

En el artículo de 1952 “Aspectos Geopolíticos del Brasil” este Núcleo estaba conformado por el “Triángulo” Río de Janeiro, San Pablo y Belo Horizonte y, según pasó el tiempo, se extendió. En el artículo de 1960 “Aspectos Geopolíticos del Brasil”, el Núcleo ya incluía a Espirito Santo, Minas Gerais y el sur de Goiás –con el Distrito Federal (Brasilia)–. Para 1970 la región abarcada por el “triángulo” tenía el 40% de la población del país y, aproximadamente, el 60% de la renta industrial nacional.

Golbery explicaba que el resto del país se subdividía entre Penínsulas (Nordeste, Centro-Oeste, Sur) y la Ilha Amazónica. Y las Penínsulas debían ser integradas al Núcleo Central mediante infraestructura y aumento de las actividades económicas.

Por su parte, el Amazonas (que la denomina “Ilha Amazónica”) tendría una utilidad principalmente defensiva ante los países hispanos, aunque reconocía que era necesario fomentar el dinamismo económico y social en esa zona para crear un núcleo de desarrollo lejano del litoral.

Por último, Golbery afirmaba que era vital el control del Área Soldadura Continental (4 en el mapa), compuesta por Bolivia, Paraguay, el norte de Chile, Rondonia, el Estado de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. Era el área clave para poder ejercer influencia fronteras afuera. Es indispensable mencionar que, para Golbery, el Área de Soldadura Continental tenía una importancia sustantiva por sobre el resto, ya que articulaba al Área Amazónica con el sector Platino-Patagónico (3 en el mapa). Controlando esa área, se tenía un control casi pleno del Cono Sur, en especial, relegaba a Argentina, quien quedaba sólo con capacidad de “hacer geopolítica” con Uruguay y Chile. Y, de esa manera, se alejaba el temor brasilero de que los países hispanos establecieran algún tipo de alianza (Argentina con Bolivia, Perú, Colombia, etc.).

Concreción de los lineamientos geopolíticos: el caso del Centro-Oeste

Las doctrinas geopolíticas en muchos casos tienen lineamientos que exceden a lo que efectivamente puede lograr el Estado –especialmente en el Mundo en Desarrollo– y por tanto tienden a expresar deseos más que un plan. Es por eso que las políticas que explicitan la necesidad de “ocupar espacios” o “expandir la población” en determinadas latitudes deben forzosamente articularse con los privados. Cuando los recursos estatales escasean, un objetivo del Estado puede alcanzarse con una alianza público-privada.

Mayores densidades poblacionales

Fuente: Elaboración Propia

 

Tal fue el caso del Centro-Oeste, que está compuesto por Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás y el Distrito Federal. El objetivo de Brasil, de lograr una frontera “viva” con Bolivia (que involucraba a Mato Grosso y Mato Grosso do Sul), ciertamente era una quimera a mediados del SXX. Es por eso que, si bien se habían creado rutas y ferrocarriles, no es hasta fines del SXX que, apoyándose en el agro, empieza crecer la interacción urbana entre ciudades de Brasil y Bolivia. Y el agro, juega un rol fundamental, como veremos a continuación.

Región Centro-Oeste / Área Sojera

Hasta ese momento, los esfuerzos de las autoridades brasileñas para “ir al Oeste” se habían focalizado en Goiás: se creó la nueva capital estatal, Goiânia, en 1935, y luego, dentro de dicho Estado, se creó Brasilia, en los ’50. Estas políticas, que contaron con la ventaja de enmarcarse en períodos de bonanza económica, generaron una nueva red urbana: Brasilia-Anápolis-Goiânia. No obstante, todo este avance fue escaso en relación al límite oeste de Brasil con Bolivia.

Biomas Brasil

Fuente: Mongabay LATAM

 

A partir de los ’80, el Estado proveyó la seguridad, infraestructura y tecnología para que el sector privado pueda crecer y arriesgue a hundir capital. Fue fundamental el aporte de la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (EMBRAPA), creada en 1973, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Alimentos de Brasil. Ésta desarrolló la “Agricultura Tropical” cuando creó “variedades de semillas tropicales, mejor adaptadas al calor tropical y la baja humedad del Cerrado”[2]. Por lo demás, también utilizó dicha tecnología para incrementar su influencia en Bolivia. En 1989, el reporte “Evaluación del Impacto de PROCISUR[1] sobre la Productividad de Trigo, Soja y Maíz en Bolivia”, dio cuenta de cómo Brasil generó cambios sustantivos en un Estado vecino, especialmente en la Zona de Santa Cruz de la Sierra (espacio que el ex presidente de facto, Hugo Banzer, buscó potenciar desde inicios de los ‘70)[2].

Entonces, la “ida al Oeste” se concretó por el trabajo conjunto entre sector público y privado. De ese modo, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul -transformado formalmente en Estado en 1979-, se convirtieron en una frontera viva y no sólo en un “espacio cartográfico”. Como puede observarse en el cuadro, a la inversión en tecnología agropecuaria siguió un aumento de la productividad, y de fines de los ’90 en adelante se produjo una cantidad de soja considerablemente mayor, teniendo un peso importante el Centro-Oeste (vale decir que también se logró para los otros cultivos).

Más allá de las primeras acciones con el apoyo de EMBRAPA[3], a la larga se generó una economía menos dependiente de la ayuda estatal. De acuerdo al Centro de Estudos Avançados em Economia Aplicada (CEPEA)[3], en el Centro-Oeste el empleo vinculado al agro[4] creció un 11,2% entre 2012 y 2018, en tanto en el resto del país cayó 7%. Los puestos de trabajo en el agronegocio llegaron en 2018 a 1,7 millones en esta región. Y resulta destacado que el 27,5% de los trabajos formales e informales estuvieron relacionados con el agronegocio (el promedio de Brasil fue del 19,9%). De manera particular, cada Estado del Centro-Oeste (a excepción del Distrito Federal, que no dispone de espacio para el agro) potencia a un sector de la cadena:

Conclusión

Brasil ha logrado coherencia en materia de Políticas Públicas, algo poco común en la región, pero igual de importante resulta que su doctrina geopolítica haya mantenido sus ejes fundamentales desde 1930 a la fecha. Esos factores permiten entender por qué Brasil se consolidó como una Potencia indiscutida en América del Sur.

El caso del Centro-Oeste resulta de importancia porque demuestra que:

  • La escasez de recursos afecta incluso a las Potencias Regionales. Razón por la cual las tesis que bregan únicamente por el gasto del Estado como solución para poblar regiones (sea vía subsidio directo o vía empresas estatales) deben renovarse.
  • El otorgamiento de privilegios a la industria metalmecánica tradicional (SXX) por sobre otros sectores resulta en una vulneración de las oportunidades geopolíticas. Si Brasil hubiese buscado desincentivar a la agroindustria por no ser “industria tradicional”, habría afectado sus objetivos de largo plazo.
  • La tecnología juega un rol clave. El Cerrado brasileño hubiera sido imposible de explotar sin tecnología, en este caso el rol clave lo tuvo EMBRAPA.
  • Resulta evidente la efectividad de la alianza Estado-Privado, aportando el primero inversión en I+D y el segundo el capital. Entre ambos lograron objetivos geopolíticos.
  • La ocupación de los territorios debe tender a la autosustentabilidad, y por ello se deben tratar de generar mercados de trabajo dinámicos, que no necesiten constantemente de subvenciones.

Este caso demuestra que la geopolítica de las Potencias Regionales forzosamente debe actualizar sus preceptos, con la sola excepción de China que goza de excedentes de recursos como para poder efectuar inversiones a pérdida sin que ello comprometa la sustentabilidad económica. El estudio de casos como el de Brasil aporta indicios de interés, particularmente en una región donde todavía se generan debates “Industria vs. Sector Agropecuario, Minería o Hidrocarburos”. Este país comprendió que la clave es el amalgamiento de la industria con los otros sectores y que la dicotomía no es tal.

En definitiva, Brasil ha logrado un balance coherente entre las demandas sociales (empleos y expansión económica, de corto plazo) y los objetivos geopolíticos (de largo plazo, muchas veces invisibles al común de la población), habiendo dado nueva vida a preceptos nacidos durante el SXX.


[1] Couto e Silva, Golbery. 1978. Geopolítica del Brasil. México. Cid Editor.

[2] Gustavo Fernández Saavedra, Ensayos sobre política exterior”, Ed. Friedrich Ebert Stiftung-Plural, 2014.

[3] Editorial, População ocupada no agronegócio cresce no Centro-Oeste, BrasilAgro, 04/04/2019. Web: https://www.brasilagro.com.br/conteudo/populacao-ocupada-no-agronegocio-cresce-no-centro-oeste.html

[4] Se cataloga en 4 Sectores: insumos para el sector agropecuario, producción agropecuaria básica, agroindustria y agroservicios.

[1] Programa Cooperativo de Investigación Agrícola Cono Sur.

[2] https://ainfo.cnptia.embrapa.br/digital/bitstream/item/90850/1/Evaluacion-del-impacto.pdf

[3] https://www.clarin.com/rural/embrapa-clave-boom-productividad-agricola-brasilena_0_dgZ5a__Ft.html?srsltid=AfmBOool1wU5uTDHeD29GTy1JKS5FYOozidwrf0yw_YYtqEovdP4SPuu