Las exportaciones del campo argentino son la gran fuente de divisas de nuestra economía /Mc_Cloud / Shutterstock.com
Las exportaciones del campo argentino son la gran fuente de divisas de nuestra economía /Mc_Cloud / Shutterstock.com

El presidente Fernández renovó recientemente su ataque contra el sector productivo más dinámico de la Argentina, el campo, al señalar que “algunos siguen especulando con una devaluación para vender lo que tiene que vender y hacer ingresar los dólares que le permitan a la Argentina seguir creciendo”. Sin embargo la evidencia concreta señala que su gobierno es el que más dólares recibió de las exportaciones del campo en los últimos 20 años.

Un informe de la Fundación Libertad y Progreso en base a estadísticas de CIARA-CEC señala que la liquidación de divisas del sector exportador de oleaginosas y cereales en lo que va de la Administración Fernández es récord histórico: En los primeros 32 meses del gobierno actual, se liquidaron divisas por USD 77.087 millones, lo que es 25% mayor al monto liquidado en el mismo período de la administración del ex presidente Mauricio Macri, 21% más que en mismo lapso de la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, 46% más que durante su segunda presidencia y 161% más que lo liquidado en mismo lapso del gobierno de Néstor Kirchner.

Respecto de los últimos tres años, otro informe de la consultora AZ Group revela que este año “los productores de maíz han estado muy activos en ventas y ya habían comercializado el 45% de la cosecha hasta mediados de julio versus el 46% de la campaña previa y del 43% de la anterior”. Respecto del trigo, la firma expresó: “De la producción total ya se vendió el 86% versus el 72 y el 88%,  respectivamente”. En cuanto a la soja, se lleva vendido el 28% versus el 39% del ciclo 2020/21 y el 34% del ejercicio 2019/20.

Al respecto Dante Romano, profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral,  explica que “si bien es cierto que hay un atraso en volumen de soja vendida, el maíz está adelantado. Y como ambos tuvieron precios más altos, el campo liquidó más que nunca: USD 19.100 millones a fin de junio.” Ahora quedarían en condiciones de exportar unas 15 millones de toneladas de maíz y 20 millones de toneladas de soja.

El otro dato a destacar es que en el mismo período de ventas extraordinarias las reservas brutas del Banco Central cayeron de USD 43.787 millones a USD 39.747 millones y  las reservas netas bajaron de USD 11.422 millones a USD 3.731 millones que se explican en el exceso de gasto público.

Bajo esa necesidad de recaudar, el Estado, según un informe de FADA, se queda con más del 60% de la renta agrícola.  De acuerdo con la organización, la composición primordial de estos impuestos son los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios. Si comparamos al productor argentino de soja con los de los países vecinos, y según datos de Néstor Roulet, vemos que cobra un precio por tonelada de USD 144, mientras que en Uruguay USD 512 (256% más), en Brasil USD 510 (254% más), en Paraguay USD 498 (245% más). Su extendemos la comparación a Estados Unidos el monto es de USD 530 (268% más). Mientras otros países subsidian la agroindustria, en Argentina se le cobra impuestos por el equivalente al 2% del PBI. Impera una la lógica recaudatoria-predatoria contradictoria a cualquier visión desarrollista productivista

La gran reflexión al respecto la da Luis Rappoport en su artículo “La Argentina y el desafío de una gestión del desarrollo para el siglo XXI”: “¿cómo sería la situación macroeconómica si el Estado argentino hubiese construido una gestión del desarrollo similar a la de la mayoría de los países exitosos del mundo y hubiese facilitado la multiplicación de los mencionados logros empresarios?”, es decir si hubiese potenciado a los sectores productivos en lugar de ponerle trabas y abusar de una lógica recaudatoria.

Como evidencia al respecto vale la reflexión que hizo en su momento el secretario de Agricultura durante la gestión Macri, Ricardo Negri, en su charla para la Usina Desarrollista respecto a la baja de las retenciones del maíz que implementó: «Me jugué todo a que en 24 meses el aumento del volumen iba a compensar la caída en la recaudación, pero lo hizo antes, a los 12 meses». En ese periodo la producción de maíz aumentó de 30 millones de toneladas a 50 millones debido tanto de rebaja impositiva como por la disminución de la incertidumbre y la intervención.

Una visión desarrollista entiende que por más necesidad de cubrir un gasto público, desbordado, la lógica recaudatoria no debe cercenar a las actividades productivas porque atenta incluso contra la capacidad de recaudar más. Argentina necesita más dólares y debe encontrar el punto de equilibrio entre el incentivo a la producción y la necesidad real de recaudar para cubrir un gasto público que debe sin duda moderar y achicar. dólares campo