Fin de la discusión: la candidatura de Alberto Fernández fue la jugada ganadora. Jaque mate. Ninguna encuesta pronosticaba un triunfo tan amplio del Frente de Todos en las PASO, pero el resultado no es sorprendente. La unidad peronista es la principal variable explicativa de la derrota del macrismo. El diario del lunes proyecta un triunfo de los Fernández en primera vuelta. Las primarias también refutaron la tesis de que el temor a la vuelta del kirchnerismo era el sentimiento mayoritario de los argentinos.
Juntos por el Cambio obtuvo un resultado decoroso, más allá de la primera impresión. A pesar del ajuste y la crisis económica, el macrismo logró retener los votos de 2015. En las primarias de hace cuatro años había obtenido casi 6,8 millones de votos, alrededor del 30%. En las de este domingo sumó 7,8 millones de votos, el 32%. La diferencia aplastante a favor de la oposición se explica fundamentalmente por el fin de la dispersión del voto peronista. En 2015 el disidente Sergio Massa se había hecho con más del 20%. Esta vez, el tigrense encabezó la boleta de diputados del frente Todos en la provincia de Buenos Aires. El tercer lugar quedó para Roberto Lavagna y su Consenso Federal, que apenas superó el 8%.
Mauricio Macri tuvo el domingo una reacción muy digna ante la adversidad: reconoció la derrota, puso el cuerpo, habló con aplomo y claridad. Se mostró simple y directo. Un buen perdedor. Es una respuesta inteligente. Lo peor que puede hacer el oficialismo es enojarse con los resultados. Los argentinos se expresaron y lo único que corresponde es interpretar lo que dicen las urnas. Es el mejor camino si quieren mejorar los resultados de cara a las generales. Sumar adhesiones para fortalecer la posición de cara a una futura oposición. O soñar con una remontada heroica.
Las primeras palabras de Alberto Fernández fueron moderadas. “Se terminó el concepto de venganza, de grieta” y “nunca fuimos locos gobernando”, fueron dos de las frases más destacadas de su discurso tiras la victoria. Es el momento de que muestre si es el político centrista y razonable que dice ser. La transición ya se echó a andar y el peronismo debería ser el principal interesado en evitar un descalabro de la economía. Quedan cuatro largos meses que entrañan el riesgo de una gran volatilidad.
La primavera cambiemita toca a su fin. Si se repiten los resultados en octubre, Macri va a marcar dos hitos históricos en el mismo acto. Va a ser el primer presidente no peronista en terminar el mandato desde Marcelo T. de Alvear, en 1928. Y va a ser el primer presidente en la historia argentina que se presenta a una reelección y la pierde. La llegada de un frente no peronista a la Casa Rosada había conmovido a amplios sectores de la clase media. Hoy están dolidos y frustrados. Pero la democracia siempre da revancha.
Aclaración: la nota fue publicada el lunes por la mañana y hace referencia a la conferencia de prensa que dio el presidente el domingo tras reconocer la derrota. Destaca esa reacción, responsable y serena a pesar de la adversidad. El lunes adoptó la actitud opuesta: criticó los resultados, a los que acusó de generar la disparada del dólar y pidió que la oposición se hiciera cargo.