Playadito
Un joven ceba un mate en Olivos, Argentina. / Fermin Rodriguez Penelas (unsplash.com)

Argentina es el máximo productor y exportador de yerba mate del mundo. Playadito es una de las marcas más importantes del país y es elaborada por una cooperativa de Corrientes. Su historia, sin embargo, comenzó del otro lado del Atlántico, en la ciudad alemana de Karlsruhe.

En un barco que amarró en 1924 en el puerto de Buenos Aires llegó un grupo de alemanes. Se alojaron gratis en el Hotel del Inmigrante y luego salieron a buscar tierras: recorrieron Chaco, Corrientes y Misiones. Eran de Karlsruhe y buscaban nada menos que trabajar en paz.

Cuando pasaron por Corrientes, la compañía británica Liebig les ofreció quedarse. Unas 250 personas viajaron en tren desde Buenos Aires a las tierras de Liebig, en una zona limítrofe con Misiones. Se instalaron en el campamento kilómetro 517 y levantaron los primeros ranchos. Había ranchos para familias, por un lado, y para solteros, por el otro. Vivieron así hasta que cada uno pudo construir su propia casa.

Los inmigrantes comenzaron con el cultivo de maíz, arroz, mandioca y, después, de yerba mate. Tenían un proyecto: crear una cooperativa. Lo iban a concretar dos años después. El 19 de febrero de 1926 fundaron la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig. Su primer presidente fue Walter Orstermann. El pueblo, conocido entonces como Curuzú, pasó a ser Colonia Liebig. Años después se sumaron a la cooperativa inmigrantes ucranianos y polacos que vivían en otros pueblos, como Colonia Apóstoles, en Misiones.

Fundación de la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig, el 19 de febrero de 1926. /cooperativaliebig.com.ar

Los primeros yerbales se hicieron con plantines de zona de Loreto, en Misiones. Al principio, la cooperativa hacía yerba mate canchada, que es la primera molienda gruesa, y la vendía a molinos de la zona. En los setenta comenzó la industrialización. Instaló un molino propio y lanzó las marcas Playadito, Yemaipé y Liebig. Playadito es el nombre de un paraje, también conocido como Santa Catalina, donde funcionó el primer molino de la cooperativa. Está a unos kilómetros de Colonia Liebig.

La cooperativa, de casi 100 años, no solo procesa, comercializa y distribuye yerba. También tiene un campo de más de 1.800 hectáreas donde hace apicultura, forestación, agricultura y ganadería. Lanzó dos marcas de miel propias: Para Bien y Flores de Liebig.

Un largo camino por recorrer en el mundo

Cuatro de las diez marcas más importantes de yerba argentina son producidas por cooperativas: Playadito, Piporé, Aguantadora y Andrecito. Playadito produce más de 35 millones de kilos de yerba al año. La Cooperativa Liebig está formada por 130 productores agrícolas asociados, en su mayoría descendientes de los inmigrantes de Karlsruhe. Tiene 225 empleados.

Playadito
Asamblea general de socios de la Cooperativa Liebig, en 2016. / cooperativaliebig.com.ar

El mercado interno argentino consumió en 2020 unos 268 millones de kilos de yerba — son 6,4 kilos anuales por habitante— y las exportaciones fueron de 42 millones de kilos, por un valor de 84 millones de dólares. Más de lo que produce y exporta Brasil. La producción está concentrada en dos provincias: Corrientes y Misiones.

El mayor comprador de yerba argentina es Siria. Representó el 76% de las exportaciones en 2020, seguido por Chile, que es el principal destino en Latinoamérica, y la Unión Europea. Resulta que cuando los sirios llegaron a Argentina en la segunda mitad del siglo XIX adoptaron como propia la costumbre de tomar mate, de origen guaraní.

Playadito exporta a Australia, Nueva Zelanda, Alemania, España, Reino Unido, Francia y EEUU. Su principal cliente es China, donde la yerba se usa para infusiones y el principal canal de ventas es electrónico, vía Alibabá. Este año, Argentina logró la apertura del mercado en India, con una población de más de 1.300 millones de habitantes.

El emoji del mate llegó a WhatsApp en 2019. Puede parecer un dato menor, pero es un hito que convierte el mate en un símbolo universal. El mate es, sobre todo, una bebida popular. Todos en argentina lo probaron alguna vez. Desconocidos e ilustres. Presidentes, heroínas, futbolistas, cantantes, modelos. La imagen de alguien tomando mate es icónica. Además, el mate y las bebidas energizantes basadas en yerba mate están muy difundidas entre los desarrolladores de software. Es una profesión que forma parte de una cultura global y, a través de ella, que el mate podría hacer pie para abrir nuevos mercados.

Argentina tiene embajadores inconscientes del mate en los lugares más importantes del mundo. En Bangladesh aman a Messi. En Bangladesh hay 164 millones de personas. Habría que lograr que también amen el mate que toma Messi.

La capacidad de exportación de este producto autóctono todavía es incipiente en relación a lo que el país puede generar. Es una economía regional que tiene un potencial enorme de crecimiento en países superpoblados como India y China.

La historia de Playadito demuestra que no hay un modelo preestablecido de éxito. Se puede ser PyME o gran empresa; se puede ser una cooperativa. Lo que cuenta es el talento y el esfuerzo para llevar adelante una idea y la capacidad de construir una comunidad alrededor.

La yerba mate todavía tiene mucho camino que recorrer en el mundo.