Graduado de Harvard donde obtuvo un doctorado en Economía, fue profesor de la Universidad de Michigan hasta 2006 cuando volvió al país a continuar sus investigaciones. Ha sido Profesor en la Universidad de San Andrés (2006-2019) y Profesor Visitante en la Universidad de Columbia (2014). Actualmente es profesor titular de Economía Internacional en la UBA e investigador independiente del CONICET en el IIEP. Apasionado por la economía real, fue además Subsecretario de Inserción Internacional (2019) en la gestión del Ministro Dante Sica del gobierno de Mauricio Macri. En esta entrevista nos cuenta como se analizan las teorías del desarrollo en la Academia Internacional y por qué dicha temática fue relegada durante tanto tiempo, algo que interrumpió el reciente otorgamiento del premio nobel de economía a Acemoglu y Robinson. Justamente por no encontrar un enfoque académico propio del desarrollo sectorial, enfocó sus estudios en el comercio internacional lo que lo ha hecho un referente del issue “calidad” a nivel académico internacional. También, su visión del vínculo entre el comercio internacional y el desarrollo le ha hecho un firme apologista de la idea de un desarrollo orientado a la exportación. La falta de esa visión exportadora, considera, fue un limitante del desarrollismo clásico y la ISI y cree que hoy día persiste esa tara:“llegó tarde, y quedó olvidada luego, la toma de conciencia de la necesidad de salir a exportar que en otros países desde el principio estuvo, como el caso asiático” señala exhortando a que el foco debe estar en exportar industria en un mundo que ha cambiado y en el que hay que diferenciar en la producción. Ferreó opositor al modelo de Tierra del Fuego, considera que el Estado está obligado a elegir sectores y prioridades, pero no en base a iluminismos de funcionarios sino a tecnologías como la cooperación público-privada. Admirador de los trabajos del economista de Harvard, Dani Rodrik, considera que el Estado promueve el desarrollo a través de la generación de bienes públicos sectoriales, concepto que desarrolla y considera clave para integrar en una visión desarrollista exportadora, que resuelva definitivamente el problema de restricción externa crónica de nuestro país.
DESARROLLO Y ACADEMÍA
Juan Carlos, mucho gusto. ¿Cómo nació esa pasión por el desarrollo económico que te ha hecho un referente no solo a nivel local?
A mí siempre me interesó el desarrollo económico, la idea de cómo se desarrolla un país. Eso es lo que siempre me motivó, y me interesaba especialmente la parte productiva. Sin embargo, en la academia internacional soy reconocido principalmente por comercio internacional porque no existe en la “política productiva” como una rama en la economía académica.
El comercio internacional, al distinguir sectores, me permitía observar patrones de especialización: ¿Quién produce qué cosa? Empecé en la academia haciendo estudios de comercio internacional. Mi tesis conecta el comercio con la idea de que no da lo mismo qué se produce, sobre cómo la calidad afecta a los patrones de comercio mundial. Hablaba de los problemas que enfrentan los países en desarrollo para exportar, ya que muchas veces fallan en cumplir estándares de calidad. Aunque la calidad es un factor crucial en los patrones de comercio, aún hoy no resuelve la cuestión de cómo producir calidad en sí. Mi trabajo no resolvía el problema completo, pero demostraba que la calidad es esencial para determinar a quién y cómo exportas. Si tengo algún reconocimiento en la academia internacional es por mis trabajos sobre calidad y comercio.
¿La economía mainstream no tiene una propuesta válida de como se genera el desarrollo?
No. La economía mainstream aún no responde a la pregunta del desarrollo. La academia internacional se guía primero por las posibilidades metodológicas. Y mucho del desarrollo tiene que ver con efectos de derrame de conocimiento, que son difíciles de probar empíricamente con los estándares actuales de la academia. Es complicado lograr papers que cumplan con este rigor y que demuestren claramente causa y efecto en temas de desarrollo. Entonces, por ese motivo, creo en gran parte de la disciplina, se corrió un poco como que ya encontró que había retornos decrecientes a seguir mirando lo mismo y se fue para otro lado. Hoy sin embargo eso regresa, en parte porque también otro factor que afecta a la política internacional la Academia Internacional los grandes eventos que pasan en el mundo
En ese contexto ¿Qué significa entonces que Acemoglu y Robinson hayan recibido el Nobel de Economía? ¿Cuál es su aporte fundamental a la teoría del desarrollo? ¿Reconoce en el trabajo de ellos un camino “científico” al desarrollo?
No necesariamente. En mi opinión, ellos mostraron la importancia del rol de las instituciones, pero diferenciándolas principalmente según el balance de poder que las determinó: instituciones “extractivas”, por un lado, versus instituciones “democráticas” por el otro. Es un gran trabajo porque es una teoría con trabajo empírica que la valida. Sin embargo, dice poco sobre cuáles serían hoy las “instituciones” que promoverían el desarrollo. Ellos mencionan el respeto a la propiedad privada y la educación, por ejemplo, pero no mucho sobre cómo conducir una política de desarrollo más integral. Para eso tal vez es mucho más relevante el trabajo de Dani Rodrik.
Justamente, recientemente estuvo Dani Rodrik, reconocido profesor de Harvard, en Argentina para recibir el título de Doctor Honoris Causa de la UBA. Vos tuviste a cargo hacer la “laudatio” (justificación académica del honor). ¿Qué es lo relevante de su mensaje que podemos tomar para la teoría y praxis del desarrollo?
Lo mas relevante es que Dani Rodrik no solo cuestionó al pensamiento económico dominante, sino que construyó y promovió una nueva mirada sobre cómo apoyar el desarrollo productivo de los países mediante la política pública. En su trabajo junto a Chuck Sabel y Ricardo Hausmann (2008), planteó que la política de desarrollo productivo no debe ni necesaria ni centralmente consistir en decisiones burocráticas que elijan sectores a ser beneficiados a través de exenciones tributarias, cuantiosos subsidios o protección comercial. Por el contrario, existe una enorme variedad de insumos públicos en áreas tan diversas como la capacitación laboral, la promoción comercial, la construcción de infraestructura o la investigación que son necesarios para complementar la actividad de los sectores productivos permitiendo que la misma se desempeñe en un ámbito competitivo. Y la buena noticia es que esta nueva forma de entender la intervención estatal en la promoción del desarrollo productivo está mayormente exenta de las críticas tradicionales. Desde su visión nos recuerda que el desarrollo no es automático, sino que requiere de acciones claras, decididas y coordinadas de los gobiernos para crear condiciones adecuadas para el progreso.
¿Qué opinas de la visión de Ha-Joon Chang sobre el «quitar la escalera» del proteccionismo en las grandes potencias?
No me convence esa idea de que los países desarrollados subieron con una “escalera” de políticas proteccionistas y luego la quitaron para que otros no puedan hacerlo. Prefiero ver el contexto como un desafío a superar, no como un obstáculo que deba frenar nuestros propios esfuerzos. Corea, por ejemplo, adoptó una visión exportadora de su industria desde el inicio, y aunque se enfrentó a restricciones internacionales, logró desarrollarse.
DESARROLLISMO CON VISIÓN EXPORTADORA
Juan Carlos, ¿Por qué crees Argentina no logró el desarrollo?
Yo creo que en la lectura, en el desarrollismo, y en la política de sustitución de importaciones que se hizo desde acá, a pesar de sus empeños posteriores por querer lograrlo, no tuvieron una mirada suficiente enfática en la necesidad de competir internacionalmente. Y creo que esa es la gran diferencia. Mi opinión es que esa es la gran diferencia con las políticas de desarrollo exitosas que se implementaron en el Asia.
¿Faltó la visión exportadora de la industria decis? ¿Quizás por falta de tiempo?
En Argentina se miró mucho para adentro, con un exceso de énfasis en la protección comercial, con la esperanza de que el desarrollo de industria del mercado interno iba a llevar a ser competitivo internacionalmente. Esto ya a fines de los sesenta, los mismos pensadores del desarrollo, ya veían el problema de la necesidad de la salida exportadora pues se hacia evidente la restricción externa. Creo que la necesidad de exportar estaba muy claro en los pensadores del desarrollismo ya en los setenta y en un momento se llegó a lograr. Después viene la crisis del petróleo, Breton Woods y cambian las reglas del juego globales, pero en el momento parecía que iba a plasmarse ese desarrollismo con mirada exportadora. Entonces hay una gran discusión, que nunca vamos a saber bien, de “Qué hubiese pasado si… ”, qué hubiese pasado si se hubiera profundizado esa vocación. En cambio, llevamos al límite de la política de sustitución de importaciones, que se exacerbó por el desmanejo macroeconómico, por no tener disciplina macroeconómica. Todo lo que estamos viviendo en estos tiempos es muy parecido a lo que pasó en los sesenta: no tener suficiente disciplina macroeconómica y chocarse siempre con problemas de crisis y balanza de pago.
¿Pero no alcanzaba ese desarrollismo interno para luego salir al mundo para generar el bienestar social de un país desarrollado? Incluso pensando un mercado interno regional con los países del Mercosur o el resto de América Latina…
Esa es la gran pregunta. Yo creo que eso hubiera funcionado en su momento, hace cincuenta años, siempre y cuando hubiera tenido continuidad este viraje a poner más énfasis en la exportación. En ese momento se podían subsidiar exportaciones, se podía apoyar más la exportación e incluso empezó a haber políticas fuertes de promoción de las exportaciones industriales. Podríamos haber virado hacia eso sí. Hoy estás en un caso distinto. Con la aparición de China y países que tienen la capacidad de producir manufacturas básicas, digamos, a nosotros nos cuesta mucho competir en esos productos donde el eje está en producirlos porque eso ya no es un problema, es conocimiento estandarizado.
El desafío es otro. Es entender el mundo, entender la competencia, entender las características del mercado global. Es distinto comparado con hace cincuenta años que el desafío era tecnológico, de cómo producir el producto. Entonces, cuando el desafío era tecnológico vos cerrabas la economía, lo producías localmente y produciendo localmente aprendías. Esa era la industria infante del “Aprender haciendo”. Hoy lo que necesitas aprender no lo aprendes haciendo orientado al mercado interno porque no te va a exigir de una manera que ese conocimiento te sirva para luego salir al mundo. No tiene los estándares del mundo.
Hablas de que se estandarizó la producción y que claramente hay países más competitivos. ¿Estamos condenados a producir comidities o bienes industriales de baja competitividad global?
No, podes hacerlos si entendes que la oportunidad está en la diferenciación, en el speciality. Hoy el desafío de la manufactura no es producir algo porque la capacidad tecnológica para producir una mesa, el acero, un producto petroquímico ya esta . ¿Vos querés poner en Angola una fábrica petroquímica? Es muy probable que sí se pueda si dan los números. No es imposible. Viene la multinacional, pone o algún gran capital pone contrata llave en mano. La fábrica genera la capacidad. Es conocimiento estandarizado, el conocimiento tecnológico para hacer manufacturas básicas, digamos, sin diferenciación no el specialty. Ahí es donde creo tiene oportunidad Argentina,
¿Me podes dar un caso de lo que sería ese speciality?
En el specialty a veces hay cuestiones tecnológicas, por ejemplo, vos querés hacer textiles. Si vas a los standard no podes competir con los asiáticos. Entonces anda a los textiles funcionales, especializados: Una remera para correr, que cuando transpiras las fibras especiales no te la hacen sentir. Cuestan cien dólares y querés hacer esa tela. Eso es una, un textil especial, un speciality. Esa es una forma diferencial de producir aunque no es fácil subirte por lo que implica tecnológicamente. Pero hay otra manera más accesible para Argentina de diferenciarse: que el producto sea lindo, que tenga buen diseño, que la marca sepa transmitir una identidad, una aspiración. Eso es menos difícil. Hay miles de formas de diferenciarla, incluso por el servicio. Un ejemplo es SINTEPLAST . Se diferencia por el servicio, por cómo venden pinturas en Latinoamérica. En el rubro de las pinturas hay pinturas especiales con características especiales. Esa pintura es difícil de hacer acá, tecnológicamente es muy avanzada: la van a hacer en Alemania. Ahora un servicio diferenciado de tener una red de negocios que sepan decir al cliente darle consejo de lo qué necesita, acompañarlo, hacerle seguimiento…. Ahí sí se puede diferenciar Argentina y eso es lo que hace SINTEPLAST y lo que le permite exportar y tener un montón de negocios en Latinoamérica.
¿Entonces el problema de producir para el mercado interno como estrategia de aprendizaje y mejora de la competitividad no sirve ya para los tipos de bienes que Argentina puede exportar y ser competitiva?
Claro, cuando la diferenciación se basaba en producir, en entender la técnica y saber cómo entrarle en el mercado local, ese conocimiento lo mamás. No tenés que hacer nada particular porque estás en el mercado, te sale naturalmente. Pero para salir afuera tenés que hacer cosas específicas y diferentes, más exigentes.
El punto es que frente a los desafíos actuales desarrollarte en el mercado interno o en el mercado regional después no te sirve para salir al mercado global. Incluso el gran objetivo exportar a Brasil, no alcanza. Entonces es muy fácil quedarte estancado. Ese enfoque no te va a permitir ser desarrollado.
BIENES PÚBLICOS SECTORIALES
¿Si vos fueras un empresario apuntarías directamente a exportar a países desarrollados en lugar de producir para el mercado interno?
Si fuera empresario quizás no lo hago en estas condiciones actuales. El tema son las condiciones, la macro y la política exportadora. Por eso, la clave para exportar es que necesitas a veces de los denominados «insumos públicos». Entonces me gusta dar el caso del dulce de leche. Tengo una marca de dulce leche en Argentina que tiene calidad y mercado local pero en el mundo no está muy reconocido el dulce leche argentino como algo particularmente valorable. Hay un desafío de decir «Argentina hace esto que llamamos dulce de leche en Argentina tiene características particulares y en salir a vender eso como un elemento distintivo». Instalar eso puede ser clave. Ahora bien, eso una empresa argentina no lo puede hacer. Hacerse cargo de imponer eso es costosísimo.
Eso tiene que tener una política a nivel de Estado para que lo que se llama marca sectorial. Cuando Messi aparece tomando mates tenes que estas aprovecharlo para promocionar la yerba en el mundo.. y lo tenés gratis. Esa, promoción de marca, es una de las miles de cosas donde tiene que haber una política del Estado para ayudar a exportar.
¿Qué otros ejemplos de políticas públicas para promover la producción exportadora se te ocurren?
Yo trabajé con el sector de maquinaria agrícola. Quieren exportar pero cuando exportas máquinas, el comprador de otro país piensa: “¿Y si se me rompe esta máquina y yo necesito un repuesto, a quién voy? . Tenes que tener los repuestos y tienen que tener el servicio post venta. Para una empresa exportadora que exporta dos sembradoras por año, o seis, armar todo un servicio post venta en Bulgaria no le justifica. Pero si se coordinan todas las empresas que exportan lo mismo… Bueno esa coordinación de las empresas a veces es difícil de lograr y el Estado muchas veces puede ayudar a hacer eso. Puede ayudar proveyendo hasta servicios legales de cómo hacer una empresa colectiva para manejar esas cosas. Hay muchos Know How de lo que se llama bien público. Necesitas un Estado activo que quiera desarrollar y promover marcas sectoriales
¿Y las mesas sectoriales son otro activo para lograr sinergias?
Las mesas sectoriales son un eje para que salgan estas cosas sí. Yo trabajé en mesas sectoriales en el Ministerio de Producción. Trabajábamos se hablaba de estas cosas, pero sino tenes continuidad es difícil. Si tuvieras una continuidad en enfocar estos problemas y atacarlos seguramente podés lograr soluciones.
Bueno eso justamente, estas hablando de políticas sectoriales, de elegir prioridades al fin de cuentas. Eso es desarrollista y esta en las antípodas de que defina el mercado o las ventajas competitivas estáticas….
Existe esa discusión entre política horizontal versus política vertical, pero suele ser malinterpretada porque tradicionalmente está visto la política activa como elegir sectores ganadores. Se discute eso, se dice como que eso está mal pues está asociado a elegir ganadores
Ahora podemos discutir si es bueno elegir ganadores o no. Pero no tiene tanto sentido en los términos que se plantea. Porque la idea típica de elegir ser ganador es que elegís un sector, lo proteges y le das subsidios, subsidios a la producción, por ejemplo. Esto hace Argentina hoy con el sector de la Economía del conocimiento. Es el gran sector elegido en los últimos años en Argentina para darle exención impositiva. Tierra del Fuego sería otro caso particular, que es principalmente la electrónica, aunque no fue elegido como tal, en los hechos es casi como que fuera una política sectorial.
Entonces la crítica a esa visión es: “¿qué capacidad tiene el Estado para poder elegir sectores eficientemente?” Y te argumentan que el Estado no tiene la información, no tiene la capacidad. Que cuando empieza a poner políticas para promover sectores, termina capturado por los intereses sectoriales, y tiene mucha fuerza ese argumento: el caso de Tierra del Fuego es claro ejemplo de eso. Que luego no lo podes sacar. Economía del Conocimiento es un ejemplo también, más allá de que ahora te guste. Empezó como el software solamente, luego se expandió. Vos perfectamente podrías argumentar “Ya está, ya se desarrolló esa industria. No necesitas mas darle excepciones”, pero en lugar de eso no sólo la mantuviste sino que la ampliaste. Y mañana quizás vas a querer sacarlo pero no lo vas a poder sacar porque ya tienen capacidad de lobby y van a pagar campañas políticas y entonces ya no lo podés sacar.
A lo que quiero ir que es que una mirada más moderna de la política de desarrollo, la que tiene como máximo referente a Dani Rodrik, no tiene que ver con elegir sectores para darle subsidios a la producción o exenciones impositivas o protección comercial. Tiene que ver con otra cosa. Podes elegir sectores sin tener que caer en esas prácticas. Me refiero a la construcción de bienes públicos sectoriales.
¿O sea estas hablando un enfoque donde se eligen sectores pero sin darles subsidios o beneficios fiscales, sino estos denominados “bienes públicos sectoriales”?
Así es. Muchas de estas cosas que hay que hacer para promover el desarrollo de los sectores, muy conectados también con el desarrollo productivo y la inserción internacional, es la construcción de bienes públicos. Marca sectorial es uno muy valioso. Es cierto que vos tenés que definir una marca país general, pero después vos tenés que tener marcas sectoriales, como el dulce de leche que te digo, el litio, la maquinaria agrícola y los textiles con fibra térmica o la Patagonia. Vos tenés que convencer al mundo de ir a vos pero a cosas concretas. Tenes que mostrar además que podes hacer maquinaria agrícola confiable, que si se te rompe va a estar el repuesto, que no se va a romper mucho. Y para eso tenés que tener una política específica de promoción de eso y hay formas de promoverlo. Y así de cada sector.
Muy claro, ¿Qué otros ejemplos se te ocurren?
Vos a veces necesitas invertir en laboratorios, quizás para que puedan hacer los tests y certificaciones para cumplir con normativa internacional. Exportar sin tener eso, pidiendo que lo agreguen o certifiquen en los países de destino, no es una buena carta de presentación. Otras veces el bien público es tener una buena regulación de un tema. Facilitar en todo aspecto.
¿Siempre son políticas verticales?
En principio son horizontales, porque promoción comercial es horizontal. Pero cuando vas al punto de “cómo lo hago”, resulta que tenés que elegir: ¿hago un laboratorio para este sector o para este otro? ¿O hago la marca sectorial de un sector o del otro?. Apoyar la investigación lo mismo ¿Se creó unos fondos para un instituto? ¿Instituto de que? ¿de biotecnología? ¿de baterías de litio?
El CONICET mismo tiene prioridades estratégicas y define sectores. Esto lo llamó en algún paper Dani Rodrik “doomed to choose”, que significa que estas condenado a elegir de todas maneras sectores. ¿Pero cuál es la diferencia? Una cosa es elegir un sector para darle una exención impositiva o para darle protección o darle subsidios, que es algo que lo pones y después no lo podes sacar. Y otra cosa es estos bienes públicos que que lo haces y ya está. Construiste la marca sectorial lo apoyaste y es menos susceptible la captura. Entonces, primero, no pones tanta plata. Y es que desde este enfoque elegir sectores no es decidir poner una cantidad de plata como la que pones hoy en los regímenes de extensión. Con mucho menos. haces mucho más y no estás tan sujeto a la captura.
¿Esto es lo que hace el mundo?
El mundo lo hace sí, pero lo empezaron a conceptualizar hace veinte años. Chuck Sabel, Rodrik y Hausmannm o Ernesto Stein del BID empezaron a hacer mucho énfasis en esto: los bienes públicos sectoriales. Enfatizan esto de que, aún si vos queres hacer una política horizontal y no elegir sectores, cuando te pones a ver los problemas concretos, sectoriales, enseguida aparecen cosas donde el Estado tiene que intervenir para apoyar. Y todo bajo el eje articulado de una visión exportadora. Siempre estamos mejorando la productividad para exportar con calidad.
DESAFIOS DE LA APERTURA PARA LA INDUSTRIA
El tema también es tener la determinación política para exportar valor agregado industrial. Porque se hace énfasis en la exportación y en la apertura y justamente no tanto en esta cuestión. Y entonces se piensa que el problema de Argentina se soluciona exportando más soja y minerales, que sí, que esta bueno pero no te cambia la estructura productiva para garantizar el bienestar social y la equidad a casi 50 millones de argentinos en el octavo país más grande del mundo. ¿Cómo hacemos que no nos quedemos solamente en el “hay que abrirse y exportar más”? ¿No podemos proteger temporalmente algunos sectores para ganar competitividad exportable al estilo clásico pero bien, con plazos y objetivos a cumplirse?
Estás planteando dos cosas. Creo que hay que hacer un esfuerzo por exportar otra cosa que no sea soja . No confío en una solución donde el Estado no interviene y que el patrón de especialización que naturalmente surge por nuestra abundancia de la demanda natural te va a llevar a desarrollo.
La pregunta es ¿qué tenés que hacer para que surja lo otro? Entonces vos mencionaste la protección, pero yo quiero separar dos formas de protección. Hoy hay una capa de protección, “capa uno”, que es aranceles: Más aranceles, menos aranceles. Nosotros tenemos altos aranceles en el MERCOSUR. O sea que es común a todo el Mercosur. Los aranceles son altos. Eso no sé si es un gran problema hoy porque el mundo está dentro de todo subiéndolos. Está subiendo un poquito igual. No tendría problema en convivir durante un tiempo con la estructura arancelaria que hoy tenemos aunque apuntando a bajarlos. Sí, enfatizaría bajar aranceles a los insumos básicos.
Pero lo que es incompatible con el desarrollo exportador es la “capa dos” de protección como pueden ser las licencia no automáticas, la SIRA, esa protección discrecional. Eso es malísimo. Eso hoy ya fue removido temporariamente con un impuesto extra que todavía no se redujo a más de la mitad. que todavía no se sacó, que es el Impuesto País. Ese es un problema relativamente menor en el largo plazo. Es un tema de transición.
¿Pero no hay riesgo de que si sacas la protección en este contexto, con tipo de cambio atrasado, y bajo el dogma libertario del gobierno expones a la industria a competir en suma desigualdad?
Hoy con el tipo de cambio atrasado sí. Pero en un contexto de un tipo de cambio alineado no atrasado podes hacer un desmantelamiento gradual Te hablo un período de tres, cuatro años, no veo mayor riesgo siempre y cuando estuviera alineado el tipo de cambio y ahí sacar lo que te queda, que es ese siete por ciento siete coma cinco del impuesto PAIS. Yo trataría de ser más gradual.
Después hablamos de la otra parte, de la parte arancelaria. Argentina debe ser una economía abierta en el sentido de no tener traba a la importación más que los aranceles, que sea previsible la importación, previsible y transparente.
Estas de acuerdo que el tipo de cambio atrasado es un problema….
No me gusta el tipo de cambio atrasado. Y sí, tenés un tipo de cambio lineal no lo dejes que se atrase. Y sino tenés que tener mucho cuidado en cómo abrís la economía. Pero no es un problema para mí estructural. El problema nuestro es que recurrentemente tenemos fases donde tenemos crisis macroeconómica y se cierra la economía de una forma que ningún país la cierra y después al abrir lo hacemos como ningún otro país la hace: con apreciación cambiaria. La apertura con tipo de cambio atrasado es la locura que pasa una y otra vez y estamos viviendo eso nuevamente.
Pero más allá de estas cuestiones es sumamente compatible una economía abierta y promover el desarrollo industrial de esta forma que te digo: construcción de bienes públicos, con mirada estratégica en los sectores.
¿Crees que priorizar sectores y pensar estratégicamente el desarrollo son funciones propias del Estado?
Sí, pero guarda con esa palabra porque pensar estratégicamente el desarrollo se piensa como la planificación soviética de elegir sectores al que le vas a poner un montón de plata y lo deciden los burócratas.
Y es que gran parte de esa política activa es decir “qué tipo de bienes públicos necesita esta industria para desarrollarse en el exterior” y ahí empieza a verse el problema que destacan los críticos que es: ¿cómo tenés la información vos como funcionario, que no sos especialista?. Y es verdad eso. El funcionario no tiene la información. Vos no tenés especialistas de línea que conocen los cada uno de los sectores. No los hay. ¿Hay un especialista en celulosa y papel en el ministerio? Si lo hay es por casualidad, pero no tenés un cuerpo, una división especializada en los sectores. No es chiste, eso es un problema.
Para eso vos tenes a disposición la tecnología que existe, que se maneja en el mundo: Sentarse con los sectores, la cooperación público privada, ayudar a coordinar, a definir prioridades estratégicas. Y ahí sí cómo Estado priorizar a dónde focalizó mi atención de mis bienes públicos. Vuelvo a la necesidad de construcción de bienes públicos.
¿Pueden incluir el aspecto del financiamiento también?
Sí pero desde otro enfoque. Las empresas necesitan financiamiento, pero no que les regales plata, sino, por ejemplo, instrumentos de financiamiento. Por ejemplo, maquinaria agrícola tenía un problema de herramienta de financiamiento, que era el forfeiting que tenía que ver con los encadenamiento de garantías para que el que compra afuera pueda tener un crédito de su banco. Todo eso se trabaja los bancos, los bancos de desarrollo del mundo. Hoy una empresa argentina, cuando va a comprar una línea de producción alemana va a estar financiada por el Banco de Desarrollo Alemán que de alguna forma le va a estar dando el financiamiento a la empresa vendedora para que vos se lo pagues en cinco u ocho años. Eso Argentina no lo tiene pero podría tenerlo. Podría incluso tener cosas más básicas. Son instrumentos de financiamiento. Entonces no es todo pensar que te regalo la plata. El financiamiento productivo como bien público no tiene que ver con eso.
EL REGIMEN ESPECIAL DE TIERRA DEL FUEGO
La contracara a todo lo que propones es el régimen de Tierra del Fuego. Se que lo estudiaste especialmente para un trabajo de FUNDAR. ¿Cuáles conclusiones llegaste?
El Régimen de Tierra del fuego es hoy el principal gasto en política productiva. Y lo peor es que no ha logrado sus objetivos. Es una industria que cada vez necesita más protección. En vez de, como dice la teoría, desarrollas así una industria que la vas sacando de protección, acá le tenés que subir.
¿Fue ganando cada vez más beneficios y subsidios?
El régimen original no contemplaba el crédito del IVA, simplemente porque no existía el IVA. Entonces enseguida se pone que no paga el IVA. Obvio antes, nunca pagó aranceles para la importación de insumos. Eso es lo primero, después lo del IVA y desde 2019 el diferencial de impuesto interno. Eso es un adicional para la electrónica, nada más. O sea, porque Tierra del Fuego también tiene otros sectores, es principalmente electrónica, pero además hay una protección extra relacionada con el hecho de que el producto importado paga un impuesto interno de 19% mientras que el nacional paga solo 9,5%. Casi diez puntos de diferencia a favor, encareciendo el importado sobre nacional, porque sino no sobrevive. Además de todo eso, hubo momento en que una capa de protección adicional fue dada por las licencias no automáticas, mas recientemente las SIRAS
¿Cómo es posible que sobreviva a todos los gobiernos, incluso a esté que dice que ha de barrer con “castas y privilegios”? ¿Esto es un típico caso de captura en base a financiamiento político?
Generalmente todo lo que decís: todo el vicio del lobby de grupos de interés y el financiamiento de la política. Y sí sobrevive a todos los gobiernos: Hace un año lo renovaron por otros treinta y Milei señalo que son “derechos adquiridos”. Pero incluso gran parte de los beneficios no tienen que ver ni siquiera con lo que se llama legalmente el Régimen. Vos podrías quitar este diferencial de impuestos porque por la ley de Presupuestos lo puedes cambiar y no tocas un solo “derecho adquirido” . El arancel a la importación es un arancel que podés cambiar por ley. La podés poner en la ley del presupuesto y no tocas ningún derecho adquirido.
¿Estamos de acuerdo que esto no es desarrollismo?
Por supuesto. La gente más ilustrada dentro del desarrollismo está en contra de Tierra de Fuego. Lo ve como algo negativo, pero tendría que ser muy claro eso porque te come un montón de recursos que podrían estar puestos en política de desarrollo mucho más eficientes. Obviamente eso impacta en la imagen pública de la industria y del industrial, por lo que el daño es en todo aspecto.
Ahora yo te pregunto, dado que la ley fue creada con fundamentos geopolíticos, entiendo para poblar Tierra del Fuego frente al problema con Chile, ¿Se puede correr el riesgo de despoblar la provincia?
Hoy con una porción menor de esos recursos podes promover sectores sustentables en Tierra del Fuego. Ese es el trabajo que hicimos con FUNDAR, de decir “Mirá todo esto tenés: turismo, economía del conocimiento, petroquímica”. Tenés un montón de sectores que podés desarrollar sin subsidio directo pero sí con la promoción de estos bienes públicos, como puede ser poner plata en la universidad para promover carreras en el marco de la economía del conocimiento.
Sí. Pero me acuerdo cuando se quiso promover las salmoneras empezaron los ambientalistas a oponerse, seguramente financiados por los beneficiarios del régimen, y eso que era una gran oportunidad quedo en la nada…
Ni siquiera tenés que meterte en como tocar temas hoy controvertidos. Podés prescindir de eso. El tema es la resistencia.
Del lobby de Tierra del Fuego…
Son muy poderosos, les tocas el estatus quo y además siempre tocas socialmente. Hay una situación que tenés que trabajarla bien socialmente en como va a ser la transición de empleos. Siempre hay desplazamientos. Si se cierran empresas tenés que tener una buena política de contención social. Pero repito la plata sobra para eso, para hacerlo bien, con mirada social, pero tenes que tener la determinación de hacerlo bien
¿Ahorra o genera divisas al país el hecho de que armen los celulares y televisores allá?
No tiene sentido. Lo que es la salida de divisas del país es lo mismo que traer el celular terminado que traer el Kit. Sin impuestos el celular importado cuesta lo mismo que el celular kit que arman allá.
¿Todo viene de China y entra por la aduana de Buenos Aires?
Sí Es que eso es lo que estás pagando. O sea, vos podés entrar el celular terminado, sin pagar arancel, IVA y te sale lo mismo que el Kit para que armen. Si el celular terminado viniera importado directamente sale cien más IVA 21% , más arancel de 16%, más tasa estadística 3%. Un 40%. Te saldría 140 y el 40% eso se lo quedaría el estado por impuestos. En cambio ellos arman el kit y te lo cobran con IVA al celular armado pero ellos no pagan el impuesto al estado, ahí su ganancia. Sale 100 también el kit desarmado, lo mismo que el celular si lo importas terminado, pero esos cuarenta en vez de quedarselos el Estado, que no cobra nada, se lo quedan ellos. Es cierto que se contrata gente, se invierte en máquinas sí. Y te lo venden a 138, un poco más barato que el importado. Están las cuentas, las cuentas hecha así en el trabajo que hicimos. Es una locura.
¿Pero hay desarrollo tecnológico o es una mera maquila?
Mucha de la gente que apoya el desarrollo industrial piensa “que bueno, que el fondo, se esta promoviendo el desarrollo de ultra electrónica”, “desarrollamos capacidades productivas”, pero en el caso del celular es ensamble. En televisores y aires acondicionados sí es cierto hay más agregado de valor. Esos tres productos son casi todo aunque hacen otros productos como audio para autos. Ensamble de placas electrónicas . Cuando muestran las máquinas de Tierra del Fuego es principalmente eso, es la placa con todos los chips. Son máquinas donde vos pones la placa que ya está marcada donde van los chips, Ya están los conductos armados Y ahí se sueldan los chips.
Aclaro que son máquinas recontra modernas. Entonces sí, hay un conocimiento de cómo manejar la producción electrónica para producción masiva que no se hace en otra parte del país a ese nivel de escala. Esta muy bueno eso pero no justifica para nada el costo (impuestos que no entran a las arcas del Estado): 1000 millones de dólares anuales. No justifica el beneficio. Con esa plata harías maravillas.