Tras su derrocamiento y mientras estuvo preso en el hotel El Tunquelén de Bariloche, Arturo Frondizi escribió la Breve historia de un yanqui que proyectó industrializar la Patagonia. Se trata de un librito de 60 páginas sumamente inspirador que cuenta la historia de dos hombres extraordinarios… Uno es Ezequiel Ramos Mexía, que fue ministro de obras Públicas de los presidentes Roca, Figueroa Alcorta y Sáenz Peña. Y el otro es Bailey Willis, un geólogo norteamericano que compartían la misma quimera: modernizar la Patagonia lo que incluía, ferrocarriles estatales de fomento, agua potable, diques y usinas hidroeléctricas, caminos viables para intercomunicar el sur chileno con el sur argentino, fundación de industrias patagónicas, siembra de trigo para disminuir la dependencia alimenticia del Sur con respecto a las provincias del norte, y grandes planes de colonización para arraigar población campesina en el desierto.
Tras años de trabajo y proyectos, los intereses antagónicos de Gran Bretaña y sus socios conservadores fueron minando burocráticamente todos los avances (solo interesaba la pampa húmeda y su extracción de granos) . Recién 40 años después el propio presidente Frondizi continuaría aquel legado fundamental de poner en valor la Patagonia, inspirado en aquellos extraordinarios sujetos protagonistas de su libro.
Título | Breve historia de un yanqui que proyectó industrializar la Patagonia, 1911-1914: Bailey Willis y la segunda conquista del desierto |
Autor | Arturo Frondizi |
Editor | Ediciones CEN, 1964 |
Largo | 62 páginas |
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