Mientras en Argentina seguimos discutiendo si el Estado debe intervenir o retirarse por completo, el mundo ya dio vuelta la página. Un reciente y exhaustivo informe conjunto del CEU-UIA y el Observatorio PyME pone blanco sobre negro una realidad que muchos prefieren ignorar: la política industrial ha vuelto, y lo ha hecho con una fuerza inédita.
Ya no se trata de discusiones ideológicas de los años 70. Hoy, Estados Unidos, Europa y las potencias asiáticas están inyectando billones de dólares para proteger sus industrias, asegurar sus cadenas de suministro y ganar la carrera tecnológica. La pregunta para nosotros es inevitable: si los dueños de la pelota cambiaron las reglas, ¿por qué nosotros seguimos jugando con el reglamento viejo?
Las tres olas del cambio
El informe identifica con claridad cómo llegamos a este punto. No fue de un día para el otro, sino a través de tres fases que marcaron la agenda global:
- La Era de la Eficiencia (2011): Comenzó con el concepto de Industria 4.0 en Alemania2. Aquí el foco era la digitalización y la competitividad.
- La Era de la Estrategia (2015): Con el plan Made in China 2025 y el Acuerdo de París, las potencias entendieron que la industria no solo genera riqueza, sino poder geopolítico y sostenibilidad ambiental3.
- La Era de la Defensa (2018-Presente): La guerra comercial entre EE.UU. y China, la pandemia y la invasión a Ucrania terminaron de romper la ingenuidad global. Hoy, la política industrial es una herramienta de seguridad nacional4. Se busca autonomía, resiliencia y defensa ante la competencia desleal.
El «Haz lo que yo digo, no lo que yo hago»
Es fascinante ver cómo las economías desarrolladas, que durante décadas predicaron la no intervención, hoy lideran la intervención estatal masiva.
Estados Unidos: Con la CHIPS and Science Act y la Inflation Reduction Act, está volcando cerca de 300.000 millones de dólares para fabricar semiconductores en su suelo y liderar la transición energética5555. Es el plan de inversión más grande de su historia.
Europa: Con su Pacto Verde y la Ley de Industria de Cero Emisiones Netas, busca que el 40% de las tecnologías limpias que necesita se produzcan dentro del bloque para 20306.
Brasil: Aquí al lado, nuestro socio mayor lanzó el plan Nova Indústria Brasil a principios de 2024, destinando recursos millonarios para reindustrializar el país, enfocándose en la agroindustria, la salud y la defensa7777.
Datos clave del informe para tener en cuenta:
Tendencia global: El 48% de las medidas comerciales restrictivas recientes se concentran en China, la UE y EE.UU
El peso de la industria nacional: Aporta el 19% del Valor Agregado Bruto, explica el 40% de la recaudación de Ganancias y realiza el 55% de la inversión privada en I+D
El espejo regional: Mientras Brasil lanza planes a 10 años (NIB), Argentina todavía lucha por estabilizar su macroeconomía, lo que dificulta la planificación de largo plazo
Argentina: ¿Canasta de recursos o combinar el potencia industrial?
El informe de la UIA es contundente respecto a nuestra posición. El nuevo mapa global nos ofrece una oportunidad histórica gracias a nuestros recursos (Vaca Muerta, litio, agro), pero esconde una trampa mortal8.
Si nos limitamos a exportar materias primas aprovechando los precios internacionales, corremos el riesgo de ampliar la brecha de productividad con el mundo desarrollado9. La reprimarización es el camino directo al subdesarrollo.
El desafío desarrollista de hoy no es cerrar la economía como en el siglo XX, sino integrarla inteligentemente. Necesitamos:
- Agregar valor en origen: Que el litio se convierta en baterías y el gas en fertilizantes o petroquímica.
- Digitalizar nuestras PyMEs: La brecha tecnológica 4.0 es la verdadera grieta que debemos cerrar10.
- Infraestructura para la producción: Sin gasoductos, trenes y puertos eficientes, no hay competitividad posible11.
La lección que nos deja este relevamiento internacional es que no existe país desarrollado sin política industrial. La discusión global ya no gira en torno a si se debe hacer política industrial, sino a la calidad y efectividad de la misma.
La fundamentación no es caprichosa, sino que tiene una fuerte implicancia en el modelo de país, de convivencia que queremos: Según el informe CEU-UIA, perder el tren industrial no es gratis. La industria manufacturera explica la calidad del empleo y la innovación en el país:
- 💰 Salarios: Son un 21% más altos que el promedio de la economía.
- 🧠 Innovación: Explica el 55% de la inversión privada en Investigación y Desarrollo (I+D).
- 🏛️ Aporte Fiscal: Aporta el 30% de la recaudación total y el 40% de la recaudación de Ganancias.
- ⚙️ Empleo: Más de 1.2 millones de puestos registrados formales.
De más esta decir que cada empleo en la industria crea más de 2 empleos indirectos en otros sectores (servicios, logística, comercio)
Argentina tiene los recursos y el capital humano. Lo que nos falta es leer el manual nuevo. El mundo está construyendo su soberanía productiva a base de inversión e inteligencia estatal y privada coordinada. Nosotros no podemos darnos el lujo de ser espectadores de nuestra propia historia.
Ver el informe completo: https://drive.google.com/file/d/1w_CmRFQPSeE1ceX0c2jQucZn5nV24y0T/view?usp=sharing


