Marisa Bircher fue una de las negociadoras clave del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. La secretaria de Comercio Exterior sostiene que el acuerdo es “equilibrado” y genera una oportunidad para el desarrollo de las PyMES argentinas. “Somos uno de los cinco países más cerrados del mundo”, argumentó en una charla en la Fundación Frondizi. Una frase que se repite como un mantra en las oficinas del Gobierno. Bircher analizó el impacto que puede tener en la industria nacional y los plazos, cuotas y detalles del acuerdo. Aclaró que el gobierno siempre conoció la “letra chica” y que el texto del acuerdo no se puede renegociar. “Lo único que pueden hacer los congresos nacionales es aceptarlo o rechazarlo”, subrayó.
El Mercosur y la Unión Europea son bloques muy asimétricos. ¿Por qué considerás conveniente el acuerdo?
En primer lugar, vamos a tener acceso a un mercado de 500 millones de habitantes. Y los costos europeos son entre un 30% y un 50% más altos que los nuestros en todos los sectores sensibles a las importaciones. El desafío va a ser competir con la calidad de los productos europeos. Por otro lado, es un acuerdo equilibrado. El primero en el que la Unión Europea permite a su contraparte abrir solo el 90% de su comercio, aunque ella lo abra el 100%. Resguardamos muchos productos sensibles para los cuatro países del Mercosur. No se excluyeron sectores completos, sino productos de algunos sectores.
¿Qué sectores se excluyeron?
Se consensuó entre los miembros del Mercosur. Fue una negociación difícil, pero beneficiosa. En Argentina se excluyeron algunas partidas de los sectores del calzado, el textil, el metalmecánico y el automotriz. Son productos de altísima sensibilidad que no entrarán en el libre comercio. El resto entra todo.
¿Cuál es la estrategia para la industria automotriz?
El sector automotriz no solo es importante por la cantidad de empleo que genera, sino por la calidad del mismo. Genera un tipo de empleo que no generan otros sectores. No podemos ir al libre comercio ahí, por eso acordamos un cupo. Europa podrá exportar 55.000 autos por año al Mercosur, de los cuales 38.000 van a ir a Brasil. La estrategia en Argentina es fomentar la especialización. No tiene sentido abarcar todo porque dejamos de ser competitivos y terminamos pagando los autos más caros del mundo.
¿Dónde conviene especializarnos?
En las camionetas, las pickups y la línea utilitarios. ¿Qué hicimos en estos tres años? Trabajamos junto a la industria automotriz para ser los números uno en estos rubros. Salimos a abrir mercados. Hicimos acuerdos muy importantes con Colombia, que nos dio un cupo para este tipo de autos. Estamos yendo a Centroamérica. Europa, en cambio, se especializa en autos premium.
¿Cuáles son los plazos de implementación del acuerdo?
Europa acepta abrir el 70% de su comercio desde el primer día. Es decir, que se desgrava al 0% desde que se concreta el acuerdo. El 30% restante irá bajando los aranceles paulatinamente hasta el 0% en cuatro años. Para algunos productos, la Unión Europea definió cuotas [cantidades máximas que se podrán importar libres de arancel].
¿Para qué productos se fijaron cuotas?
Para los agrícolas. Mercosur es un bloque muy ofensivo en estos sectores y es normal que Europa quiera protegerse. La carne tiene una cuota anual de 100.000 toneladas, el arroz de 60.000 toneladas, entre otros.
¿Qué plazos definió el Mercosur para desgravar las importaciones europeas?
Mercosur abrirá inmediatamente solo el 14% de su comercio. El resto tiene una canasta de 10 a 15 años hasta llegar al arancel cero.
¿Qué debería hacer Argentina en ese plazo para aprovechar el acuerdo?
Las empresas tienen que mejorar la calidad de los productos y los servicios e incorporar tecnología para estar a la altura de la competencia europea.
¿Cómo es el proceso de aprobación del acuerdo?
Para que se ponga en marcha, tienen que aprobarlo los congresos. Pero una vez que lo apruebe el Parlamento Europeo, los países del Mercosur lo pueden implementar de manera bilateral.
¿Qué significa?
Que cada país del Mercosur puede implementarlo sin esperar hasta que los demás lo aprueben. Apenas lo vota cada congreso, entra en vigencia en ese país. Tanto Uruguay como Paraguay calculan que tardarán en aprobarlo entre tres y cuatro meses. Brasil calcula entre cinco y seis.
¿Qué pasaría si Argentina lo rechazara?
Si no lo aprobáramos acá, pero rigiera en otros países del Mercosur, sería complicado. Aunque se conservaría la potestad de controlar la triangulación. También lo estamos haciendo con los europeos para evitar que se triangulen productos desde los mercados asiáticos. Hay herramientas en el acuerdo para ser rigurosos en este aspecto. Pero lo ideal es que Argentina entre en la misma dinámica que el resto de los países del Mercosur.
¿Cómo avanza la aprobación en Europa? Francia ya planteó que se va a oponer
Una cosa es el mensaje político y otra cosa es la realidad negociada. Siempre tuvieron la letra chica, igual que nosotros, y la acordaron. Para el cierre, hubo consenso entre todos. Primero lo tiene que aprobar el Parlamento Europeo y después pasar por los parlamentos de los 28 países miembros. Pero la UE tiene una cláusula provisional: una vez que lo apruebe el Parlamento Europeo y mientras es tratado por los parlamentos nacionales, se implementa la cláusula de comercio. Y queda pendiente la cláusula de cooperación.
¿Faltan negociar algún punto?
No, ya está terminado. Pero no está firmado. Ahora está en un proceso de revisión legal. Lleva unos meses. Una vez que está listo, lo firman los presidentes y entra a los parlamentos.
¿Los congresos podrían introducir alguna modificación?
Ni los congresos nacionales ni el Parlamento Europeo pueden modificar las cláusulas del acuerdo. Lo único que pueden hacer es aprobarlo o rechazarlo. Y es por mayoría simple. No es que un legislador de Catamarca va a proponer cambiar algo. El acuerdo no se toca más.