Peña de los colorados es el favorito. Alegre el retador liberal. Fuente: Larepublica.pe
Peña de los colorados es el favorito. Alegre el retador liberal. Fuente: Larepublica.pe

El próximo domingo un total de 4,8 millones de paraguayos están llamados a las urnas para elegir a un nuevo presidente. Además, también se votará la renovación del Senado y de la Cámara de Diputados, gobernadores y miembros de juntas gubernamentales.

Hay un total de treces fórmulas presidenciales que quieren llegar al Palacio de López, pero la atención se centra en dos candidatos: Santiago Peña del Partido Colorado y el liberal Efraín Alegre que lidera la denominada Concertación Nacional para un Nuevo Paraguay. Ambos contrincantes cuentan con el apoyo de los dos partidos más tradicionales del país el Colorado y el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) que poseen una gran cantidad de afiliados y más recursos que los otros candidatos donde se destacan el candidato antisistema Paraguayo Cubas, el socialista Euclides Acevedo y José Luis Chilavert, ex arquero de la selección paraguaya y de San Lorenzo y Vélez Sarsfield de Argentina.

Sin embargo, como es costumbre en el país la centralidad de las elecciones pasa por las candidaturas de los Colorados. La Asociación Nacional Republicana más conocido como el Partido Colorado es un partido de gobierno similar al PRI de México y el peronismo en Argentina. Los Colorados en la actualidad ejercen la jefatura de Estado en manos del presidente Mario Abdo Benítez y han gobernado el país guaraní durante 76 años. Desde la presidencia fugaz de Juan Manuel Frutos, en 1948, los Colorados gobernaron tanto en gobiernos civiles y militares siendo el brazo político de la dictadura del General Alfredo Stroessner (1954-1989). El padre del actual mandatario Abdo Benítez fue el secretario privado de Stroessner. Sólo no pudieron retener el poder los Colorados cuando perdieron las elecciones de 2008 frente al obispo progresista Fernando Lugo que cayó en desgracia tras una serie de escándalos de paternidad y mal desempeño de funcionario público lo que provocó su destitución un año antes de terminar su mandato, en 2012, en un debate exprés en el Congreso.

Al siguiente año, en 2013, los Colorados recuperaron el poder de la mano de Horacio Cartes figura central del partido y de la política paraguaya. La columna estructural de los Colorados está centrada exclusivamente en su amplia militancia (con casi 2 millones de afiliados) y en el uso del aparato del Estado sumado al clientelismo político. De allí radica sus éxitos electorales. Por eso, las primarias del partido fueron el centro de atención de la política paraguaya más es valor agregado de una fuerte interna que divide al partido entre sus dos referentes principales: el primer mandatario Mario Abdo Benítez y el expresidente y actual presidente de los Colorados, Horacio Cartes.

El enfrentamiento entre el presidente Abdo y su antecesor Cartes es total y tuvo su interna colorada: Ganó Péña el delfín de Abdo.
El enfrentamiento entre el presidente Abdo y su antecesor Cartes es total y tuvo su interna colorada: Ganó Péña el delfín de Abdo.

Acusaciones cruzadas, entre ambos, de alto voltaje agresivo y explicitas que se centraron en denuncias de corrupción. Abdo Benítez manifestó en reiteradas ocasiones que la carrera política de Cartes es gracias a dinero que proviene del contrabando (el exmandatario es un empresario tabacalero). A raíz de esta acusación Cartes culpó al presidente de hacer una campaña en su contra que en cierta manera redundo en una serie de sanciones impuesta por Estados Unidos. Ante semejante escenario las primarias del partido fueron encarnizadas. Cartes auspicio la candidatura de Santiago Peña, quien fue su ministro de Hacienda. Por su parte, Abdo Benítez apostó primeramente por su vicepresidente, Hugo Velázquez, pero una acusación por presunta corrupción por parte de autoridades estadounidenses le hizo abandonar la disputa. En segunda opción impulsó la candidatura de su exministro de Obras Públicas, Arnoldo Wiens.

El enfrentamiento entre los dos candidatos fue intenso y con condimentos de acusaciones cruzados que reflejaron la latente división que sufre el partido actualmente. Finalmente, el delfín de Cartes, Santiago Peña, ganó la interna y en el final de la contienda junto a Wiens se abrazaron para mostrar una postal de unidad partidaria.

Peña, de 44 años, es de profesión economista graduado de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción y posee un máster en Administración Pública por la Universidad de Columbia. Su carrera política está ligada estrechamente a su padrino político el expresidente Horacio Cartes. Anteriormente estuvo afiliado al PLRA, pero cuando Cartes accedió a la presidencia, Peña se afilió al Partido Colorado y fue su ministro de Hacienda, entre 2015 y 2017. Cuando estuvo al frente del ministerio, Peña hizo recortes presupuestarios y su gestión se basó en la austeridad de las cuentas públicas. Tras su salida del gobierno fue contratado por el actual Banco Basa (ex Banco Amambay), propiedad del expresidente Cartes.

Santiago Peña fue ministro de hacienda de Cartes.
Santiago Peña fue ministro de hacienda de Cartes.

El apoyo incondicional del ex primer mandatario a Peña en cierta medida es una mochila pesada no sólo porque muchos analistas creen que puede llegar a ser un presidente débil subordinado a los deseos de su jefe político sino, además, sobre Cartes pesan fuertes acusaciones de corrupción hechas por Estados Unidos como la de obstruir una investigación internacional sobre el crimen organizado. Estás delaciones generó variadas sanciones a Cartes que no puede pisar suelo estadounidense ni puede realizar negocios con empresas de ese país. Esto impidió el financiamiento del partido para acceder a créditos para la campaña electoral porque Cartes es el actual presidente. Incluso sus rivales internos solicitaron su renuncia. Ante este escenario, Cartes en las últimas semanas de campaña mantuvo un perfil bajo.

A pesar de las denuncias de corrupción, con sanciones de Washington, y una interna feroz  Peña tiene una intención de voto del 43,1% seguido por el liberal Efraín Alegre 30,2%. Por detrás aparece con el 16,1% Paraguayo Cubas, Euclides Acevedo con el 1,6% y un 0,2% José Luis Chilavert, según la consultora Atisnead. Aunque otras vaticinan una posible victoria de Alegre e inclusive un empate técnico. Cabe aclarar que en Paraguay la elección presidencial es a una sola vuelta.

En relación al candidato opositor, Efraín Alegre, podemos señalar que tiene una larga trayectoria política. Fue discípulo de Domingo Laíno, expresidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), quien fue un ferviente opositor de la dictadura de Stroessner. Alegre, con un perfil dialoguista y centrista, abogado, de 60 años, va por su tercer intento de llegar a la presidencia. Anteriormente fue diputado, senador y exministro de Obras Públicas y Comunicaciones del gobierno de Lugo y actualmente preside al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).  Encabeza una coalición de fuerzas heterogéneas que van desde el centro derecha e izquierda denominada Concertación Nacional para un Nuevo Paraguay. En la alianza confluyen el PLRA, el Partido Revolucionario Febrerista (PRF) –de corte progresista–, el Partido Encuentro Nacional (PEN) –de tendencia socialdemócrata–, el Partido Patria Querida (PPQ) –de derecha y conservador–, entre otros.

El candidato opositor Efraín Alegre busca por tercera vez romper la hegemonía colorada en el gobierno paraguayo. ATP
El candidato opositor Efraín Alegre busca por tercera vez romper la hegemonía colorada en el gobierno paraguayo. ATP
El candidato opositor Efraín Alegre busca por tercera vez romper la hegemonía colorada en el gobierno paraguayo. ATP
El candidato opositor Efraín Alegre busca por tercera vez romper la hegemonía colorada en el gobierno paraguayo.

En su primer intento para llegar a la presidencia en las elecciones de 2013 cayó ante Cartes que obtuvo el 45,8% de los votos frente a 36,2% que logró el líder liberal; tras ese sabor amargo de la derrota por casi 10 puntos de diferencia volvió a intentarlo en las elecciones de 2018 donde perdió ante el actual presidente de la República, Mario Abdo Benítez, por apenas 3,7 puntos de diferencia. El estrecho margen de la derrota generó vicisitudes de posibilidad de fraude que fue denunciado por la oposición, pero fue descartada por el Tribunal Superior de Justicia Electoral. Alegre, que ha conformado un amplio equipo de diferentes fuerzas, lleva de compañera de fórmula a Soledad Núñez que fue parte de la gestión de Cartes.

La campaña presidencial de las principales fuerzas fue atípica con escasa participación proselitista y cfalta de propuestas. Toda la atención estuvo marcada por la interna de los Colorados y las acusaciones de corrupción que también salpicó a varios miembros del Congreso. Encima no hubo debate presidencial porque el candidato colorado puso como condición que participasen todos los candidatos y no sólo los dos primeros aspirantes mejor posicionados en las encuestas. Ante el reclamo los organizadores desistieron de la realización. Con una pobreza que en 2022 alcanzó a 27% de la población y fuertes desigualdades sociales, Paraguay tuvo el año pasado un crecimiento de 0,1% del Producto Interno Bruto y una inflación del 8,1% anual. Por eso, el candidato Colorado Peña en su plataforma de propuestas manifestó que se enfocará en el control de la inflación, prometió 500.000 nuevos empleos, crear las condiciones esenciales para que Paraguay sea una plaza para inversiones extranjeras y programas como chau chespi (como se denomina al crack), para reducir el consumo de drogas y promover la rehabilitación. En cambio, Alegre centró sus propuestas en una reforma en el área de salud mediante un sistema público, gratuito y de calidad, con la construcción de hospitales en distintos departamentos del país, frente a la vocación privatizadora de Peña. Agrega también el acceso a medicamentos esenciales gratuitos, la reducción al 50% del pasaje del transporte público a jóvenes universitarios y ampliar la cobertura a internet y una política de participación y protección de las mujeres en un país que sólo tiene candidatas a 2.997 sobre un total de 9095 candidaturas. Además, Alegre anunció que su futuro gabinete estará integrado en su mayoría procedentes del distintos sectores políticos, incluido el propio partido Colorado.