Humberto Roggero habla en plural: nosotros, los peronistas. Es un estilo común entre los dirigentes del Partido Justicialista (PJ). El exdiputado nacional (1987-1991, 1993-2005) asegura que el peronismo está inmerso un debate intenso sobre el futuro del país. Y que hay un consenso en que los tres principales desafíos son impulsar el crecimiento, controlar la inflación y contener el conflicto social. «Los peronistas entendimos que los modelos que funcionan son capitalistas, que no hay una alternativa socialista», sostiene el político cordobés en una charla organizada por la Usina Desarrollista. La conferencia coincide con el aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón.
El punto clave para el futuro del país, según Roggero, es definir el eje del modelo de acumulación. Y para ello, advierte, hace falta un rumbo claro. «Para que haya un modelo de crecimiento tiene que haber una estrategia nacional. Las políticas de Estado necesitan un acuerdo sobre la estrategia de desarrollo. Aunque haya disidencias, el objetivo común tiene que ser tan grande para dejarlas a un lado», destaca.
La charla Cómo crear empleo después de la pandemia es la undécima del ciclo de videoconferencias que organiza en 2020 la Usina Desarrollista, un proyecto impulsado por Visión Desarrollista, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), la Fundación Frondizi y la Fundación para el Desarrollo Entrerriano (FUNDER).
Entrismo
Cuando Roggero dice «los peronistas» se refiere a un sector de la coalición del gobierno, de la que se considera parte. Pero no a todos. El exlegislador cree que el peronismo sufrió un «entrismo». «¿Qué tenemos que ver nosotros con [Carlos] Heller? Nada, estamos en las antípodas de su pensamiento», cuestiona. Roggero es parte de la dirigencia del PJ que intentó formar en 2019 una alternativa entre el kirchnerismo y el macrismo. Fue el frustrado peronsimo federal o republicano. «En el gobierno hay peronistas, pero nadie representa orgánicamente al peronismo. No hay gobernadores ni está la dirigencia gremial. Hemos puesto los votos, pero no tenemos representación real», cuestiona.
El cordobés hace una autocrítica de la dirigencia justicialista. Sostiene que no tiene cuadros «a la altura de estos tiempos históricos» y que por eso fue sobrepasado por el kirchnerismo. «No aceptamos que el kirchnerismo es la fase superior del capitalismo. Eso sería el final histórico del peronismo como fuerza popular», afirma. Para compensar esta dinámica, el sector del peronismo federal está organizándose en observatorios e institutos, por afuera de los órganos partidarios, precisa el exdiputado.
Roggero enmarca la crisis desencadenada por el COVID-19 en en largo proceso de casi 50 años que comenzó con la crisis del petróleo en 1973 y que continuó con la caída del Muro de Berlín y la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Estos hitos transformaron el mundo en un periodo caracterizado por cuatro tendencias, según el dirigente: un fuerte aumento de la desigualdad a nivel global, la irrupción de la revolución tecnológica, el cambio climático y el debilitamiento de los sistemas de representación, lo que trae aparejado la decepción con la política. «El mundo está viviendo un debate entre la democracia y la posdemocracia», sentencia. En ese sentido, subraya la pérdida de confianza en la democracia, el debilitamiento de los partidos políticos y la concentración del poder en el Ejecutivo, en detrimento del Legislativo. «La pandemia acelera los cambios que ya venían», concluye.
El macrismo como límite
Para muchos peronistas Mauricio Macri es un límite, señala Roggero. Son los que objetaron la decisión de Miguel Pichetto de integrar la fórmula presidencial con el exlíder de Pro. Roggero considera que existe la posibilidad de un entendimiento con ese sector político si se basa en propuestas e ideas concretas. A pesar del antiperonismo duro de algunos integrantes de Juntos por el Cambio. «Peronismo y antiperonismo es una realidad que hemos construido nosotros también. Hay dirigentes del PJ que han contribuido a que eso sea así», admite.
El sector político que integra Roggero recién se está gestando. Aún no va a ver la luz. «Todavía no llegó el momento —aclara— falta que pasen muchas cosas en el país». El peronismo hoy forma parte del Gobierno, remarca el cordobés. A mediano plazo, sin embargo, considera fundamental un replanteo del debate político en el país. Imagina, en ese sentido, que el Consejo Económico y Social puede ser un buen instrumento para reunir a los gobernadores, los sectores del trabajo y la producción y los movimientos sociales a diseñar «una estrategia adaptada al mundo hacia el que vamos, con un sentido nacional».