Argentina se encuentra sumergida en una crisis energética local y también internacional, en gran parte por falta de planificación estratégica del sector. Esto es mas grave contando nuestro país con Vaca Muerta, la formación geológica de shale situada en la cuenca neuquina y que comprende las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza, donde se encuentran las segundas reservas en tamaño de gas no convencional a nivel mundial. Con una extensión del yacimiento es de 30 000 kilómetros cuadrados, hay suficiente gas natural para el consumo argentino por más de 100 años. Sin embargo, el principal cuello de batalla no radica en nuestra capacidad de producción energética sino en la de transportarla, dado que Vaca Muerta se encuentra en producciones récord de gas y petróleo. Por
Mientras que en 1993, la red de gasoductos permitía transportar 65,5 millones de m³ por día, según los datos del Enargas, en 2003 la capacidad había ascendido a 116 millones y en 2010 llegó al máximo histórico de 136,7 millones por día. Sin embargo, la misma se redujo hasta hoy a 128,1 millones, insuficiente para cubrir la demanda interna que debe paliarse con importaciones desde Bolivia o de gas natural licuado (GNL) a través de barcos metaneros, con altos precios internacionales que se dispararon en los últimos meses
Si riquezas naturales como las de Vaca Muerta no pueden extraerse y luego transportarse desde el lugar donde se encuentran a los puntos de consumo y/o tratamiento, simplemente no representan riquezas. En este sentido toma trascendencia que el pasado 8 de Julio Enarsa anunció que abrió el llamado a licitación para la construcción civil del gasoducto Néstor Kirchner, capaz de proveer gas natural a los centros urbanos y a las industrias locales bajando el costo de producción. No solo se trata de ahorrar divisas que hoy demandan las importaciones energéticas, sin energía es indiscutible que no podremos salir del subdesarrollo en el que estamos estancados.
Construyendo un gasoducto
El diseño y construcción de un gasoducto es siempre complejo y conlleva conocimientos específicos en ciencias duras y de ingeniería, sus parámetros son determinados con antelación y no es posible ajustar sus características a cuestiones no técnicas, dado que comprometería la seguridad y funcionamiento de este hasta hacerlo inutilizable en caso de no atenerse a lo calculado.
Un gasoducto consiste básicamente en una sucesión de tuberías de longitudes estándar (por normativa de 6, 12 y 18 mts.) unidos por diversos métodos -en general las uniones de estas tuberías es por medio de soldaduras-, la determinación de los parámetros de estas tuberías (diámetro, espesor de pared, etc.) parte de premisas al inicio del proyecto, con los datos necesarios para el diseño, siendo las mismas el caudal de abastecimiento que se requiere, la presión disponible y necesaria en la cabecera de la línea, la presión mínima de llegada en el lugar de consumo. la geografía de la traza del gasoducto y las condiciones adicionales como ser temperatura del fluido, composición, etc.
El transporte de un fluido en una cañería es conveniente hacerlo a altas velocidades, puesto que de esta manera resulta un diámetro de tubería menor y en consecuencia menor costo, sin embargo el transporte de un fluido a alta velocidad trae como consecuencia impulsar el mismo a mayor presión (la caída de presión a lo largo de una tubería es proporcional al cuadrado de la velocidad del fluido) y en consecuencia se necesita mayor energía de compresión o de bombeo, siendo necesario equipos de compresión de mayor envergadura y numero, aumentando el costo total. Todas estas cuestiones técnicas son tenidas en cuenta a la hora de diseñar un gasoducto, con lo cual estos parámetros están definidos antes de su construcción y la ingeniería busca el equilibrio óptimo para el diseño de la obra.
Una vez obtenidos- a través de formulaciones matemáticas y programas de diseño- los óptimos teóricos del diámetro, presión máxima de operación (a través de ella se determina el espesor de pared del ducto) y cantidad de estaciones de compresión que se dispondrán en la traza del gasoducto, es necesario seleccionar los diámetros y espesores comerciales (que deberán ser próximos a los teóricos calculados). Además de ello, y no por eso menos importante, se tienen en cuenta los aspectos ambientales en la construcción de un gasoducto de estas características, puesto que introduce modificaciones a lo largo de la traza, generadas por la construcción que deben evaluarse adecuadamente y determinar las acciones que atenúen los efectos derivados.
Resuelto todo lo necesario para la construcción de un gasoducto, se comienza la etapa de abastecimiento de todos los bienes materiales necesario para avanzar en el proyecto, para luego comenzar con la construcción. Las etapas constructivas en el proyecto están definidas, planificadas y se resumen en los siguientes puntos: 1. Movilización de instalaciones auxiliares y equipos, 2. Replanteo del trazado del gasoducto, 3. Apertura de pista de trabajo, 4. Zanjeo (el gasoducto es colocado en una zanja que luego será tapada), 5. Desfile de caños (es decir colocar las tuberías al margen de la zanja para su soldadura y montaje), 6. Curvado de caños (en caso de ser necesario), 7. Unión de las tuberías por soldadura, 8.Bajada a la zanja y empalme 8. Relleno de zanja (tapada) y finalmente 9. Restitución de la pista.
Mapa de gasoductos en la Argentina
Capacidades técnicas del más alto nivel
Nuestro país posee grandes capacidades técnicas acumuladas por años de experiencia en el diseño y construcción de redes de gasoductos hoy operativos que atraviesan grandes regiones de nuestra nación.
Dicha experiencia se remonta al año 1943, cuando el Ing. Julio V. Canessa, jefe del Departamento de Gas de una ya consolidada YPF, dirigía la construcción del primer sistema de captación de gas natural del país en los yacimientos que YPF poseía en Comodoro Rivadavia. Canessa, que había estudiado los yacimientos de gas durante varios años, quería aprovechar el gas que se venteaba (se expulsaba a la atmosfera) de los pozos productivos por la infeliz combinación de preferencia por los hidrocarburos líquidos y ausencia de infraestructura diseñada para su captura.
Durante esos años, la ciudad de Buenos Aires utilizaba gas manufacturado, que era fabricado a partir de carbón de hulla importado para luego, distribuirlo para su consumo.
Canessa tenía en claro que debía transportar el gas captado en Comodoro Rivadavia a Buenos Aires para que de esta manera el gran centro urbano aprovechara las riquezas del suelo argentino, que de otra manera se desperdiciaba.
En el año 1947, comandado y gestionado por Canessa, se inicia la construcción del primer gasoducto de alta presión en Argentina, el Gasoducto San Martin, que transportaba el fluido desde Comodoro Rivadavia a Buenos Aires. La traza de este recorría algo más de 1600 km. y en ese momento era el gasoducto de mayor extensión en el mundo. Solo otros dos países dominaban la técnica necesaria para la construcción de un gasoducto en toda su extensión: EE. UU. y la Unión Soviética.
El Gasoducto San Martin, fue inaugurado en 1949, permitiendo que la oferta de gas natural pasara de 300 mil metros cúbicos diarios a mas de 15 millones de metros cúbicos, provocando una baja pronunciada en el precio y por ende haciéndolo accesible a miles de familias y a la industria del conurbano bonaerense para su utilización.
Si bien al gobierno desarrollista se lo relaciona más con los contratos petroleros con empresas privadas que revolucionaron el sector y permitieron el abastecimiento en menos de cuatro años, es igualmente relevante lo realizado en infraestructura de gas, destacándose la construcción del gasoducto, y poliducto, entre Campo Durán (Salta) y San Lorenzo (Santa Fe). Se sumaron entonces 7 millones de metros cúbicos al día al millón que ya provenía de los yacimientos patagónicos. Con una longitud de 1744 km y una tubería de 24” de diámetro en el 90% de su recorrido, esta obra tuvo enorme significancia en su época. Las obra fueron presentadas como las de mayor envergadura realizadas para el transporte de hidrocarburos líquidos y gaseosos en el hemisferio occidental, con la sola excepción de las realizadas en Estados Unidos. La descentralización energética que promovía se traduciría en descentralización industrial, favoreciendo la radicación industrial fuera de la cintura de Buenos Aires.
El ultimo gran gasoducto construido es el Neuba 2, en 1988, que une la cuenca neuquina con Buenos Aires. Si se han hecho trabajos de ampliación en muchos de ellos aunque siguen siendo insuficiente frente a la demanda. Actualmente hay varios proyectos en alto grado de avance pero de ampliación de red entre los que se destaca el gasoducto submarino que vincula los recursos hidrocarburiferos de Tierra del Fuego con el resto del país.
Un gasoducto para conectar Vaca Muerta
El Gasoducto Néstor Kirchner (NK), fue diseñado para transportar el gas extraído de Vaca Muerta a los grandes centros urbanos de nuestro país con posibilidades de conectarse a la red de gasoductos existentes. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que gran cantidad de industrias criticas para el país consumen gas natural en sus procesos, como por ejemplo la industria del litio, que tiene al gas natural como suministro de energía primaria para la fabricación de carbonato de litio, materia prima crucial para la manufactura de baterías. Sus dificultades se agravan por la menor disponibilidad prevista de gas natural producido en la cuenca noroeste de nuestro país y de gas natural importado proveniente de Bolivia, lo que requiere implementar una solución sustentable y estratégica al respecto.
De acuerdo a los números suministrados por IEASA (Integración Energética Argentina S.A.) el proyecto del gasoducto NK demandará más de 2000 millones de USD, y su traza tendrá más de 1000 km. de extensión, repartidos en dos tramos:
Tramo 1: De Tratayén (provincia de Neuquén) a Salliqueló (Provincia de Buenos Aires), con una extensión de 570 Km., el cual tendrá un diámetro de tubería de 36 pulgadas, y
Tramo 2: De Salliqueló a San Jerónimo (provincia de Sta. Fe) con 470 Km. y un diámetro de tubería de 30 pulgadas.
En total, el gasoducto NK tendrá una capacidad de transporte de 40 millones de metros cúbicos diarios de gas natural. Para su construcción, serán necesario el aporte de 38 mil trabajadores directos e indirectos, asociados a la obra y a los complejos siderúrgicos y metalúrgicos nacionales. Propiciará nuevas inversiones periódicas en Vaca Muerta por mas de 4500 millones de USD necesarios para la operación del gasoducto (este nivel de inversión será necesario cada 3 años), además reducirá las importaciones de gas natural licuado (GNL) por mas de 8700 millones de USD, permitiendo a nuestro país disponer de más volumen y a menor costo.
También, reducirá el consumo de Gasoil (con tantos problemas que tenemos con el mismo hoy en día) en 2 millones de metros cúbicos, actualmente utilizado para la generación de energía eléctrica en las principales termoeléctricas del país.
Desde el punto de vista ambiental, el gas natural es el hidrocarburo fósil que menor contaminación provoca, y esta destacado como fuente para la transición energética hacia las energías limpias.
En el DNU donde se convocá a la licitación y construcción del gasoducto, se enfatiza el impacto tanto en el consumo como en la producción del gasoducto. Por un lado señala que «la nueva infraestructura hará viable la conexión de nuevos usuarios del servicio público de gas por redes en aquellas localidades que en la actualidad no se encuentran abastecidas por el servicio público o que son provistas con gas propano indiluido por redes, potenciando el Gasoducto del Noreste GNEA) al quedar disponible la entrega de volúmenes de gas en la región del Litoral que permita el abastecimiento de esa zona y del Noreste».
Por otro lado destaca que la obra posibilitará «el desarrollo de numerosas inversiones en actividad petroquímica, como ser la elaboración de urea, metanol, polipropileno, etileno, entre otros, y contribuirá sustancialmente a la agregación de valor de los recursos hidrocarburíferos». Esto es fundamental para que el proyecto tenga un impacto realmente desarrollista potenciando la productividad de diversos sectores industriales.
Se espera que el gasoducto este terminado en el invierno de 2024. Esta obra de infraestructura es esencial para el desarrollo de Argentina. Nuestro país hace ya varios años que atraviesa una crisis energética de la cual no es sencillo salir, y conectar a Vaca Muerta con nuestro sistema productivo es la mejor apuesta que em este momento tiene nuestra nación para promover su desarrollo.